Ayer 19 de julio hubo un apagón de internet mundial. Un apagón tecnológico mundial causado por una fallida actualización de software que suspendió vuelos, desconectó bancos y medios de comunicación, causó interrupciones en hospitales, pequeñas empresas y otros servicios. El mundo moderno está interconectado gracias a la infraestructura digital que soporta innumerables aspectos de nuestra vida diaria, esa dependencia nos hace totalmente vulnerables y dependientes que pueden tener consecuencias significativas a nivel global. Una actualización fallida de software de la firma global de ciberseguridad CrowdStrike, empresa de 83.000 millones de dólares que no es muy conocida, pero que tiene alrededor de 29.000 clientes en todo el mundo. Su presencia abarca varios sectores con clientes como Target Corporation, la sexta empresa de venta al por menor más grande de Estados Unidos, el equipo de Fórmula Uno Mercedes-AMG PETRONAS, el gobierno de Estados Unidos, Amazon y Microsoft.
El director ejecutivo de CrowdStrike, George Kurtz, dijo en la red social X que se encontró un defecto «en una única actualización de contenido para hosts de Windows» que afectó a los clientes de Microsoft, que hizo caer varios sistemas Windows a nivel mundial. Microsoft ha diseñado Windows para que los usuarios reciban actualizaciones y parches de seguridad automáticos. Aunque esto es beneficioso para mantener las computadoras a salvo de los ciberataques, si una actualización de este tipo falla provoca el bloqueo de la computadora y por lo tanto de internet.
Esta caída sin precedentes evidencia cuán dependientes son nuestros sistemas críticos de que el software opere todo el tiempo como debe, aparte de la posibilidad de un ciberataque. Es el resultado de un mundo moderno que está interconectado gracias a muy pocos proveedores. Si falla el proveedor falla todo, si falla una actualización falla todo. La dependencia tecnológica contraída está producida por distintos dispositivos tecnológicos que utilizamos en nuestro día a día: dispositivos móviles, ordenadores, internet, radios, televisores… Las empresas, los Estados, los particulares…, todos dependemos de la tecnología. Nuestra situación de dependencia, nos tiene que preocupar.
Las empresas de tecnología tienen que buscar una solución para que se den las condiciones previas y de continuidad, para que un fallo o un ciberataque no suponga la paralización del sistema. Estamos hablando de grandes empresas, de servicios públicos como la sanidad, el suministro energético, la eliminación de residuos, la logística, administraciones privadas y públicas, también todo nuestro ocio y la interrelación entre personas. las desventajas de la computación en la nube se hacen claramente visibles. Esta sociedad no se puede permitir interrupciones.