Revolución de los Claveles.

50 años de la «Revolución de los Claveles», un golpe militar incruento acaecido en Portugal el 25 de abril de 1974, un proceso revolucionario que puso fin a cuarenta y ocho años de la dictadura fascista de António de Oliveira Salazar, la más larga de Europa. Un levantamiento efectuado por determinados sectores del ejército nacional portugués que habían girado a la izquierda, que derivó en una revolución. Una revolución que marcó el camino a una transición democrática pacífica, que significó en pocos meses, que las colonias portuguesas obtenían su independencia, la banca y una gran parte de la industria fue nacionalizada, la burguesía, perdió el control del ejército, los trabajadores consiguieron algunas de sus reivindicaciones, los grandes latifundios fueron tomados por los jornaleros de la región del Alentejo, se liberan los presos, se pide el retorno de los exiliados políticos y se constituye una Junta de Salvación Nacional presidida por el General Spínola, un general de derechas, que había participado en la guerra civil española en el bando franquista, ligado a la alta burguesía, al régimen salazarista y al colonialismo. En 1976, es proclamada la Constitución.

Del ascenso revolucionario, al intento de golpe de estado de Spinola en enero de 1975, encabezando una maquinación, junto a grupos de extrema derecha, que tenía como fin acabar con el Movimiento de las Fuerzas Armadas y desalojar a los grupos de izquierda que formaban parte del gobierno, defendiendo a una supuesta: “mayoría silenciosa”.  Incluso la OTAN  había puesto en marcha maniobras incluyendo el desembarco de 10.000 soldados, porque veían instalarse el comunismo en Portugal, aunque finalmente no llegó a producirse. La vía del «socialismo a la portuguesa» tenía el camino expedito. El 25 de Abril de 1975 se realizan las primeras elecciones libres después de 50 años, para elegir la asamblea constituyente, se establece una democracia parlamentaria y los partidos de izquierdas obtienen una mayoría aplastante. Con el tiempo se inició el descenso de las movilizaciones, los distintos gobiernos lusos retomaron un plan de ajuste, contra las condiciones laborales y sociales de las clases trabajadoras lo que llevo a una crisis económica y la exclusión social de estos.

En el otro lado de la península ibérica, era evidente que el régimen franquista se hallaba envuelto en un proceso de debilitamiento, Franco era consciente de los cambios que se estaban produciendo a su alrededor, por ello inició una muy moderada apertura política. En mayo de 1973, con el jefe de gobierno Carrero Blanco, asesinado por ETA, el 20 de diciembre de 1973. Un mes más tarde, Franco designaría a Carlos Arias Navarro para sustituirle. La cesión de poderes de manera temporal al príncipe Juan Carlos debido a su delicado estado de salud. Los españoles que soñaron con algo parecido a la Revolución de los Claveles en nuestro país, con la copia en el ejército español de la Unión Militar Democrática UMD, que defendía la convocatoria de una asamblea constituyente que elaborara una Constitución de tipo europea y el restablecimiento de las libertades democráticas, tuvieron que esperar a la muerte del dictador.

50 años más tarde, Portugal y España son dos democracias consolidadas. Portugal con una Revolución de los Claveles olvidada y España con una Transición, en la que no llegó la ansiada revolución. Ahora, solo nos queda la canción «Grândola, vila morena», que ha quedado inmortalizada como un símbolo del restablecimiento de la libertad, aunque partiera de un golpe militar; pero con los rasgos clásicos de una revolución socialista, incluyendo el más importante: la participación consciente de la ciudadanía y su peso decisivo en todo el proceso.

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