Reformar el artículo 135.

En septiembre de 2.011, se aprobó reformar el artículo 135 de la Constitución española, acordado por el PSOE y el PP, se hizo todo en un mes, por una vía rápida, con prisas en el debate parlamentario, sin consenso social y al margen de una consulta ciudadana. Con dicha reforma se dio rango constitucional a la prioridad absoluta para el pago de los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones sobre cualquier otra necesidad de gasto. Su objetivo era la austeridad y los recortes.

La economía española vivía una situación de extrema gravedad sometida al juego de los mercados,una alta prima de riesgo y la posibilidad de ser intervenidos como país,que al final fue un rescate de la banca que nos ha costado, en números redondos, 100.000 millones en ayudas públicas. Con reformar el artículo 135, se limitó el déficit, se limitó la capacidad de financiación del Estado y con ello los recortes en gastos sociales,la paralización inmediata del Estado en pro del pago a la banca, en definitiva  en un momento de falta de liquidez, no se puede pagar nada hasta no haber liquidado la deuda.

Una crisis y unos recortes soportados por las clases medias y los sectores más humildes,mientras que el aumento de beneficios de la banca,los casos de evasión y el fraude fiscal aumentan. Ahora, después de más de tres años Pedro Sánchez, el líder del PSOE, hace la propuesta de revocar el artículo 135 de la Constitución, después de colaborar en dicha reforma y de dar su voto afirmativo.

Oportunismo, populismo o simplemente una rectificación tardía,lo que está claro es que hay que derogar dicho artículo 135 de la Constitución para garantizar que nunca faltarán recursos para políticas básicas como pensiones,sanidad y educación. Y, dejar claro que cualquier reforma constitucional no puede hacerse al margen de la ciudadanía,porque no convocar un referéndum vinculante es despreciar nuestra condición de ciudadanos para tratarnos como súbditos.Si la soberanía del Pueblo es real, ¿por qué no se nos preguntó? y ahora toca o no toca preguntar.

Deja una respuesta