No se puede responsabilizar a las mujeres de la violencia que sufren, no hay más responsables que los agresores. No se puede hacer recaer sobre las mujeres la responsabilidad última de que no se cometa un delito. Viola el violador, no es la mujer la que quiere que la violen. Algunos hombres aún no han entendido que cuando una mujer dice NO, es que no quiere y punto. La Xunta de Galicia ha lanzado una campaña publicitaria contra la violencia de género, en la víspera del 25-N, poniendo el foco sobre las mujeres y no sobre los agresores. La imagen de una mujer que sale a correr en elástico corto y sujetador deportivo, una imagen al atardecer que va acompañada del texto: «Se viste con las mallas de deporte, va a correr por la noche. ¿Qué pasa ahora? No debería pasar, pero pasa«.
Es inaceptable el planteamiento de culpabilizar a las mujeres de tener o no tener un comportamiento correcto para evitar ser objeto de las agresiones machistas y de la violencia de género. No es la mujer la que debe tener cuidado de ser violada, son los agresores los que no deben hacerlo. Una mujer debería poder ir sola por la noche, vestir como ella quiera o tomarse una copa, sin que esto sea pretexto para agredirlas. Debe acabar la creencia de que el hombre no maltrata porque sí, que es la mujer que habrá hecho algo para provocarle. La mujer nunca es responsable del comportamiento violento de su agresor. Se acabó el comportamiento de someterse a los deseos del hombre por parte de las mujeres. Es el hombre agresor el que percibe como provocación los deseos, los comportamientos y opiniones de las mujeres, que son libres para hacer lo que quieran.
El respeto y la valoración mutua es exigible en toda relación humana, la agresión es una acción que la realiza quien la ejerce, porque siente que puede e incluso cree que tiene derecho a hacerlo, denigrando a la víctima. Para que esto no pase, necesitamos más educación, más concienciación de que hombres y mujeres somos iguales. Por eso, no se entiende que la Xunta de Galicia lance una campaña donde el mensaje es que para que no agredan a las mujeres, tienen que salir tapadas con un burka o simplemente que no salgan de casa. Porque “no debería pasar, pero pasa”. Estas campañas institucionales actuales, en Galicia del “no debería pasar, pero pasa»; en Madrid de «vigila siempre tu copa» advirtiendo a las mujeres de que la sumisión química es una práctica utilizada por agresores sexuales para cometer violaciones y antes en Andalucía, en julio de 2019, poniendo el acento sobre las mujeres que sobreviven al maltrato con una sonrisa y la esperanza de librarse del agresor si denuncian. No ayudan a la igualdad, no ayudan al feminismo, no ayudan a las mujeres.