La gran banca española: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja han obtenido unos beneficios conjuntos de 20.850 millones en 2022. Santander ha anunciado más de 11.000 millones de ganancias. BBVA algo más de 8.000. CaixaBank casi 5.000. Sabadell algo más de 1.300. Todos somos clientes obligatorios de los bancos y ellos piensan en seguir creciendo y en que tienen que mirar por su negocio, retribuir a sus accionistas y pagar a sus empleados. Pero, la mayor parte de estos beneficios históricos se producen gracias a sus empresas filiales en países extranjeros. Una banca con una rentabilidad sobre activos tangibles muy baja, la búsqueda de la eficiencia con la digitalización, que implica una menor necesidad de personas y oficinas. Y, el incremento de los costes con impuestos como el de la banca. Pero, a pesar de ello, con un beneficios deshonestos.
Los bancos han subido los tipos de interés, nos hemos olvidado de intereses a cero o en negativo, la inflación sigue subiendo, las hipotecas se mantienen en el 4,5 %, los créditos están caros y paralizados a la espera que se recupere la inversión para poder hacer negocio. Y, mientras seguimos sin que nos paguen más por nuestro dinero. Los bancos son la base de la economía de mercado, ellos siempre ganan y si pierden, lo pagamos entre todos. Como en aquella primavera de 2012, de desequilibrios macroeconómicos, resaca inmobiliaria, debates sobre la prima de riesgo. El rescate al sector bancario llegó el 9 de junio de 2012, tras semanas de incertidumbre y durísimas negociaciones: 58.000 millones que inyectó el Estado al sector financiero. La banca siempre gana.
La entidad FETS (Finançament Ètic i Solidari), que coordina el Observatorio de las Finanzas Éticas ha presentado también estos días el llamado Escáner de las Finanzas Éticas, el objetivo del escáner es ofrecer un análisis objetivo de las prácticas reales de las entidades, basados en unos principios analizados como exclusión, compromiso, transparencia, participación, coherencia… Según la clasificación, las grandes entidades financieras mencionadas anteriormente ocupan los últimos puestos del listado con relación a los principios de las finanzas éticas. Así, por ejemplo, Banco Santander aparece como la última entidad de la clasificación y Caixabank aparece como la penúltima entidad del listado del escáner de las finanzas éticas. En cuanto al BBVA aparece con una puntuación de 2,5 sobre 100.
Está claro que entre el dinero y la ética no hay un valor ético: ni en la inversión, el ahorro, el banco o las compras. No hay una búsqueda del bien común, solo existe el dinero como principal objetivo, la falta de escrúpulos y el obtener el máximo de beneficios. «Es el mercado, amigo» , esa legendaria frase del ex ministro de economía Rodrigo Rato (PP). Es el credo neoliberal del libre mercado o la intervención mínima del Estado en la economía, en la que la gran banca son los principales garantes y con el resultado de beneficios deshonestos.