El libre albedrío designa la posibilidad de elegir entre el bien y el mal (San Agustín), en definitiva es la facultad de tomar nuestras propias decisiones. Creo que no es necesario la existencia de leyes que sancionen decisiones personales, tales como la eutanasia y el aborto.Tenemos que hacer leyes que resguarden el derecho de las personas a decidir libremente en estos asuntos.
La libertad es la condición social de quien puede decidir por sí mismo, sin estar sometido a la voluntad de otro. Es la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción. Un ser humano puede ser privado de su libertad, pero el libre albedrío continuará actuando internamente, puesto que nadie podrá impedir la actividad que los pensamientos puedan desarrollar dentro de su mente. Puedes estar en la cárcel privado de libertad, pero tienes tu libre albedrío para pensar y tomar decisiones.
No somos libres, estamos sujetos a una educación, a unos convencionalismos sociales que nos hacen esclavos del sistema. El aborto y la eutanasia tienen implicaciones éticas, de una ética laica. El problema que se formula es el de saber si es moral o inmoral su práctica, con independencia de los casos permitidos o prohibidos por las leyes. El inicio de cuándo comienza una vida humana no es un asunto religioso, moral o filosófico; es un asunto científico y biológico.
No se trata de legalidad ni de moralidad sino de libertad del ser humano.Todas las personas tenemos la capacidad de elegir y precisamente este poder de elección es lo que nos hace ser libres, como seres humanos. Podemos equivocarnos pero todo ser humano es libre de pensar lo que quiera. Somos libres de lo que pensamos, dueños de lo que callamos y esclavos de lo que expresamos.
En una sociedad laica y plural con ciudadanos libres e iguales, el Estado debería ser neutral en estos temas, el Estado no puede tener una papel paternalista para imponer una doctrina moral, cuando son temas de la más íntima incumbencia. Es un debate sobre libertades y derechos.