En la Biblia, en Apocalipsis, 15, se describe a siete ángeles que poseen copas llenas de la ira de Dios, que son las 7 plagas que se derraman sobre la tierra, causando diversas calamidades. Según la RAE se define plaga como «calamidad grande que aflige a un pueblo». En el circo de Pedro Sánchez le crecen los enanos y se le acumulan, como: la amnistía a los separatistas catalanes, el caso Koldo y el ex ministro Ábalos, el fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz, su esposa Begoña, su hermano David, sus pactos y los partidos de investidura, etc. Pero, además se le juntan todas esas plagas sobrevenidas sobre España, que se serán también supuestamente por la ira de Dios.
Fue llegar al poder Pedro Sánchez y se desataron todas las iras divinas, las plagas de Pedro Sánchez: la pandemia, donde tuvo que anunciar el Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario obligatorio. Después de la pesadilla del Covid, llegó el 7 de enero de 2021, la gran nevada causada por la borrasca Filomena, que afectó sobre todo al centro peninsular, principalmente a Madrid, Guadalajara y Toledo. Sin tiempo apenas de tránsito, llegó la plaga telúrica del Volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma, con una erupción que duró 85 días, sembrando la destrucción en la isla. El 29 de octubre de 2024, las inundaciones de la DANA que afectó en distinta medida a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, con 224 fallecidos. Entre medio de todas estas plagas el comienzo de dos guerras la de Ucrania y la Franja de Gaza, donde muchos también vieron la mano de Pedro Sánchez con su posicionamiento político. Y, ahora el apagón eléctrico del lunes 28 de abril, entre las 12:40 y las 12:50, en toda la península ibérica, que según fuentes de la derecha, Pedro Sánchez conocía la probabilidad de un corte del suministro eléctrico o «cero energético».
Así, uno detrás de otro, han ido cayendo males desde la tierra y el cielo, la ira divina por un presidente que no ganó las elecciones, que se cuestionó su legitimidad, que formó un gobierno de coalición, que pactó con los independentistas catalanes o los supuestos casos de corrupción desde Juan Carlos I, pasando por el ex ministro Ábalos y personas de su circulo más cercano. La ira de Dios como respuesta al mal y de la derecha de querer buscar un culpable de todo, como un claro ejemplo de tirar la piedra y esconder la mano. Es lo mismo que culpar de todos los males de este mundo al demonio. Ni el diablo es el que influye en todos nuestros malos actos, ni en la condición pecaminosa de la humanidad, ni Pedro Sánchez es el responsable de todo lo malo que acontece en España, incluso en el mundo. Pero, algunos no pararán de culpabilizarlo, de cualquier cosa, con pruebas o sin pruebas de este apagón eléctrico, hasta conseguir su mayor propósito que es arrebatarle la presidencia del Gobierno. En la oscuridad no se ve, pero algunos simplemente son ciegos o no les deja ver el odio.