¿Empresas patriotas?

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Los patriotas son las clases populares y las familias trabajadoras, no los que agitan banderas pero ocultan dinero en paraísos fiscales. Las empresas multinacionales que burlan sus obligaciones tributarias no son patriotas, son las que se olvidan del interés común. El consejo de administración de Ferrovial, por una supuesta «inseguridad jurídica» ha propuesto una fusión entre la matriz y Ferrovial International, una sociedad anónima europea neerlandesa que ya es titular del 86% de los activos de la compañía, lo que supondrá el traslado del domicilio social de España a Países Bajos. Porque la inmensa mayoría empresas que se quejan, despotrican y acusan, no lo hacen movidos por dudas razonables o porque sientan preocupación por su maltrecha economía, sino porque aspiran a hacer más fortuna y evitarse pagar impuestos al país que tanto aman,

El patriotismo es una falacia que salta a la vista, especialmente cuando tiene que ver con dinero. Las grandes multinacionales buscan frenar la elusión fiscal, gigantes tecnológico y grandes empresas multinacionales que exprimen al máximo la ingeniería fiscal para rebajar el pago de impuestos. En España el supuesto tipo efectivo que soportan las multinacionales estaría en el entorno del 7 %, muy inferior al tipo nominal del impuesto, que está en el 25%. Las grandes empresas internacionales toman medidas para evitar el pago de impuestos en los países donde se encuentran. Como es el caso de los gigantes digitales, que no pagan parte de los beneficios en los lugares donde concentran sus ventas, sino en paraísos fiscales y países con baja fiscalidad.

Las prácticas de ingeniería fiscal de las empresas multinacionales, se aprovechan de las leyes nacionales, transfiriendo los beneficios de la sociedad matriz, basada en un país con alta presión fiscal, hacia filiales del grupo situadas en países extracomunitarios con baja o nula fiscalidad. Así reducen su beneficio imponible. Este es el objetivo de Ferrovial pagar menos impuestos en los Países Bajos, aunque el negocio nacional y los contratos públicos adjudicados a la constructora suman más de 1.300 de euros en los últimos cinco años. Dinero que recibe Ferrovial de la administración pública procedente de antiguas concesiones, por ejemplo, su negocio en autopistas. negocio energéticos, contratos con Adif y Renfe correspondientes a la red ferroviaria convencional y la de alta velocidad, etc

La empresa presidida por Rafael del Pino Calvo-Sotelo, perteneciente al Ibex 35, con sede en Madrid, por una supuesta inseguridad jurídica, con la excusa de su reorganización corporativa y de querer plantear un salto bursátil a Wall Street, dejará de pagar impuestos en España. Lo más llamativo es que la primera empresa de la envergadura de Ferrovial la que ha dado este paso, aparte de que supone una pérdida de capitalización en la Bolsa española y un duro golpe para un mercado que se encuentra en claro proceso menguante, también es supuestamente un toque de atención al Gobierno de España. Una empresa que debe todo a la inversión pública de los ciudadanos españoles, muestra así su falta de compromiso y de patriotismo con su país.

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