Tras seis semanas de no poder salir los niños a la calle, hoy domingo la sociedad española se pone a prueba y hablo de la sociedad en general, a costa de que siempre generalizar es equivocarse. A partir de este domingo, los niños y niñas de hasta 14 años, podrán salir a la calle a dar un paseo o jugar por primera vez desde el inicio del estado de alarma. Da igual lo que diga el BOE respecto a las normas, todo es cuestión de la responsabilidad de los padres y las madres, de lo que hagan con sus hijos e hijas.Todo el mundo tiene el derecho de criticar las normas del gobierno y por lo tanto de cumplirlas o no.
Poco importa que los niños puedan salir «una hora diaria a la calle, entre las 9:00 y 21:00 horas», si los niños están una hora y después otra. Que «se deben respetar las medidas de distanciamiento social» pero que si es complicado para los niños a lo mejor es imposible respetarlo para los padres; que pueden «correr, jugar y hacer ejercicio» y «salir con sus propios juguetes» pero son los padres los que tienen que poner toda la cautela por su parte. La sociedad se pone a prueba este domingo, está en las manos de todos que sea el comienzo de un desescalada progresiva o de un retroceso.
La obligación de los padres es enseñar con el ejemplo a sus hijos, predicar con la palabra es fácil, predicar con el ejemplo, es la forma más efectiva de enseñar, porque los hijos tienden a imitar lo que hacen sus padres, pero también pueden dar un mal ejemplo. Quizás es arriesgado y aventurado, decir que hoy había mucha gente en las calles, que la gente estaba demasiado relajada y que quizás se habían olvidado de que aún estamos en confinamiento. Quizás es simplemente una visión exagerada, después de tantas semanas sin ver a niños y niñas en calle acompañados de sus madres y padres. Pero, insisto está en la responsabilidad de todos, porque respetar las normas no es solo por nuestra seguridad sino por la de todos.
La sociedad española ha dado una lección durante este confinamiento, exceptuando algunas excepciones, todos estamos agobiados, todos tenemos ganas de salir de nuestras casas, pero no podemos perder estúpidamente esta oportunidad de seguir respetando las normas en favor de todos. Me preocupa que los padres y madres se olviden que ellos son los que tienen que dar ejemplo a sus hijos, pero no para que les imiten ciegamente, sino para que sepan transmitir unos valores. La sociedad nos pone a prueba, nada es tan peligroso, como dar consejos a nuestros hijos acompañados de malos ejemplos. Recuerden el virus sigue con nosotros y seguirá, por lo menos hasta que se descubra una vacuna…