Las limitaciones que introdujo la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Ley Mordaza, que entró en vigor el 1 de julio de 2015, se pueden destacar dos artículos que afectan a los límites de la libertad de expresión y prensa. En primer lugar, señala el “uso no autorizado de imágenes o datos personales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en riesgo el éxito de una operación” y “las faltas de respeto” a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad. En definitiva, impedir a la ciudadanía ejercer su legítimo derecho a la protesta pacífica, la libertad de reunión y la libertad de expresión. Suponiendo un grave retroceso en materia de derechos humanos, donde la sociedad española no puede ejercer libertades cruciales para el normal funcionamiento de la democracia.
Tras casi ocho años en vigor, la Ley Mordaza sigue sin ser derogada, a pesar de que el PSOE de Pedro Sánchez lleva desde 2015 prometiendo que, cuando llegara al Gobierno, la derogaría. El Partido Socialista llegó a un acuerdo con Unidas Podemos cuando formaron el gobierno de coalición, para aprobar, una nueva Ley de seguridad ciudadana, que sustituyera a la “Ley mordaza» para garantizar el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica”. A pesar de artículos tan preocupantes en cuanto a reunión pacífica y de información, libertad de expresión, ni establece instrumentos independientes de investigación de abusos policiales, ni prohíbe el uso de pelotas de goma, ni las devoluciones en caliente, ni el artículo que criminaliza a las mujeres que ejercen la prostitución y a las víctimas de trata. Se comprometieron para acabar con la vulneraciones de la ley mordaza, pero no han hecho. Está claro que estando en el poder, las preocupaciones sobre este tema se han rebajado.
No habrá reforma de la ley mordaza esta legislatura. Uno de los principales proyectos legislativos del Ejecutivo de Pedro Sánchez, no se ha cumplido. La propuesta del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha decaído por los votos en contra de EH Bildu y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que se han opuesto al texto porque «no deroga los artículos más lesivos» y mantiene «intacta» la esencia de la ley que aprobó el PP de Mariano Rajoy en 2015 para enterrar las protestas callejeras. También han votado en contra el Partido Popular, Vox y Ciudadanos. Los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos y el PNV no han sido suficientes para reformar la ley y, por tanto, el texto no llegará al Pleno.
Un compromiso es una obligación contraída, no cumplirla transmite desconfianza y la palabra pierde valor. Cuando se promete para salir del paso, para dar largas o simplemente para editar el encabezamiento de una noticia, es un engaño. Si no se puede o no se está dispuestos a cumplir una promesa, lo mejor es no comprometerse a ello. Quizás se ha echado en falta Unidas Podemos no haya votado en contra. Ahora, a esperar a la nueva legislatura y a sus promesas… De momento la ley mordaza, no se reforma.