La economía sumergida.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, según información publicada este martes por el «Heraldo de Aragón», tuvo más de un año a un asistente que le ayudaba en sus tareas personales sin contrato y sin cotizar a la Seguridad Social. Pablo Echenique en rueda de prensa ha justificado que sabía que no estaba haciendo las cosas bien y ha culpado al sistema que «empuja a mucha gente humilde a participar en la economía sumergida».

Yo no sé si el problema de la economía sumergida es culpa del sistema o de todos nosotros. En el Evangelio según San Juan, 8 dice: «El que de vosotros no tenga pecado que tire la primera piedra». Quién es capaz de todos nosotros de ser hipócrita y de no reconocer que hemos contratado alguna vez, un canguro para nuestros hijos, una asistenta para ayudar en las labores domésticas, unas clases particulares de inglés, sin contrato legal. O, una reparación de un electricista o de un fontanero en nuestra casa, de una reparación del coche «con IVA o sin». O, unas vacaciones de verano en un apartamento alquilado a un particular, sin contrato. O, un dinero «b» que nos paga nuestra propia empresa y que no figura en la nómina. O, la compra de productos de imitación y falsificación en la calle, en un top manta. Miles de personas que cobran el subsidio de 426 euros y que tienen otros trabajos «chapuzas» que les permite llegar a fin de mes. Porque también sabemos que muchos parados están trabajando sin contrato, sin derechos y beneficiándose de una economía sumergida.

La economía sumergida comprende sólo las actividades económicas que son lícitas y legales pero que se desarrollan incumpliendo la legislación fiscal y laboral. Todos somos culpables de dicha economía sumergida. Nadie sabe sus dimensiones, se habla de que podría representar en España casi un 20% del PIB, alrededor de 200.000 millones de euros. Todos sabemos que existe, unos se benefician para hacerse más ricos y otros para no ser tan pobres. Pero, todos la aceptamos.

El señor Echenique debe ser ejemplar en todos los comportamientos, tanto personales como políticos. El Secretario de Organización de Podemos como representante de una formación de «la nueva política» tiene que ser tan exigente con los demás como consigo mismo. Porque tener un trabajador sin contrato y sin Seguridad Social es una práctica que debemos condenar lo haga quien lo haga. Si todos nos escudamos en que todo el mundo no contrata y nadie quiere pagar IVA en las facturas, mal vamos…

La economía sumergida es una solución para los problemas de una persona (por ejemplo, un parado que necesita un puesto de trabajo) o de una empresa (que busca trabajadores baratos, saltándose la legislación fiscal y laboral vigente) La economía sumergida florece en tiempos de crisis, la urgencia predomina sobre la ética. Pero, la economía sumergida es un problema grave, no desaparece aumenta con crisis y sin crisis, tiene un coste económico y social que al final pagamos entre todos. Ahora, «el que de vosotros no tenga pecado que tire la primera piedra».

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