No basta con promulgar la igualdad en la ley si en la realidad no es un hecho, no basta con hacer leyes para la igualdad de género, sino se respeta a la mujer. El miércoles pasado, el eurodiputado de extrema derecha polaco Janusz Korwin-Mikke en el Parlamento Europeo, justificó que las mujeres cobren menos que los hombres porque son «más débiles, más pequeñas y menos inteligentes». Este personaje fue candidato a la presidencia de Polonia en 2015 y llegó al Parlamento Europeo en 2014. Son habituales las salidas de tono de este político, desde haber hecho el saludo nazi durante un debate, atacar a los migrantes, reclamar la pena de muerte y asegurar que la mujer es menos inteligente que el hombre. Está claro, que no representa a la mayoría de la sociedad polaca, pero que está en el Parlamento Europeo porque hubo gente que le votó y piensan como él.
La mujer en el mundo occidental ha conseguido el reconocimiento de la igualdad, pero no basta con la acción de las leyes cuando la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres es diferente en el día a día. A nivel laboral y de reparto de papeles en la vida doméstica, existen evidentes diferencias de género, El empoderamiento de las mujeres es necesario para lograr la igualdad. Sin la igualdad en los ámbitos educativo, sanitario, laboral…; sin el fomento de medidas igualitarias en las empresas; sin la promoción de la igualdad en el lenguaje, los medios de comunicación, redes sociales y la publicidad; sin el impulso de medidas de formación, protección y prevención para erradicar la violencia de género, es imposible la igualdad entre hombres y mujeres. Hemos de cambiar mentalidades, para que el día 8 de marzo no sea necesario celebrar, conmemorar ni reivindicar un Día Internacional de la Mujer. Para que la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres sea una realidad.