Carles Puigdemont i Casamajó, President de la Generalitat de Catalunya, entre 2016 y 2017, pasará a la historia como «el showman Puigdemont», mucho más que como político y líder del «Procés». Una persona con la capacidad de presentar, entretener, exhibirse, desaparecer y tener las llaves de la gobernabilidad de España. El martes 10 de octubre de 2017 por la tarde, en el Parlament de Cataluña estaba convocado un pleno para implementar el resultado del referéndum ilegal celebrado diez días antes y declarar el nacimiento de la república catalana mediante la entrada en vigor de las llamadas leyes de transitoriedad aprobadas el 6 y 7 de septiembre y que abrían la puerta a la redacción de una nueva constitución catalana.
Puigdemont comenzó su discurso: «Assumeixo el mandat del poble que Catalunya esdevingui un estat independent en forma de república» (Asumo presentarles los resultados del referéndum, el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república»», pero Puigdemont hace un silencio y dice «I amb la mateixa solemnitat, el govern i jo mateix proposem que el parlament suspengui els efectes de la declaració d’independència per tal que en les properes setmanes emprenguem un diàleg sense el qual no és possible arribar a una solució acordada» (proponemos suspender durante unas semanas la declaración de independencia para entrar en una etapa de diálogo). El júbilo duró ocho segundos, el tiempo que tardó Puigdemont en anunciar la suspensión de la independencia.
El showman Puigdemont huye escondido en un coche, tres días después de la fallida declaración de independencia de Catalunya y de su destitución en aplicación del artículo 155 de la Constitución, y ante la inminente querella de la Fiscalía General del Estado por rebelión, sedición y malversación. El 3 de noviembre, la justicia española emite una euroorden de detención contra Puigdemont y los 4 consellers, se entregan a la Justicia de Bélgica, que los pone en libertad con medidas cautelares, entre ellas, la prohibición de salir de este país sin permiso. El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena retira la orden de detención europea. Los tribunales de Bélgica primero, Alemania o Suiza denegaron una y otra vez descartando el delito de rebelión y la entrega de los fugados.
El showman Puigdemont, president de la Generalitat cesado, concurre a las elecciones catalanas del 21-D de 2017 con la marca electoral Junts per Catalunya. Al obtener un escaño en el Parlament encabezando la lista de JxCat desde Bélgica, se especuló con la posibilidad de que el ex presidente acudiera al parlamento catalán para ser investido con los votos de JxCat, ERC y la CUP. En las elecciones del 14-F de 2010, en las que encabezó la lista de JxCat por Barcelona, renunció a su acta de diputado. Sigue el show de Puigdemont, pasando de fugados a Eurodiputados, Puigdemont y Toni Comín, y luego Clara Ponsatí, internacionalizando el caso catalán.
Las elecciones generales del 23-J de 2023 y sus resultados no permiten articular una mayoría que le permita ser investido a Pedro Sánchez. el showman Puigdemont consigue volver a resucitar. Un fugado de la Justicia española tendrá las llaves de la gobernabilidad. de España y conseguirá negociar la Ley de Amnistía.
En las elecciones catalanas del 12-M de 2024, Junts+ supera a ERC y Puigdemont se convierte en el líder de un bloque independentista que no suma, el PSC ha sido el partido vencedor de las elecciones catalanas alcanzando los 42 escaños y Salvador Illa queda como el candidato más votado. Después de un largo acuerdo ERC da su apoyo a Illa y Puigdemont promete regresar el jueves para la sesión de investidura de Salvador Illa.
El expresident de la Generalitat se ha presentado en Barcelona este 8 de agosto tras siete años huido de la justicia española, pero ha desaparecido tras un breve discurso de tres minutos ante las masas independentistas, se ha erigido, en protagonista absoluto de una ceremonia ajena. Puigdemont logró llegar al Arc de Triomf (Arco de Triunfo) de Barcelona, rodeado por su abogado, amigos y periodistas, donde dio un breve discurso ante cientos de personas a primera hora de la mañana. Anunciaron que acudiría al Parlament, donde debía producirse la investidura de Salvador Illa. Pero, allí, desapareció como un mago, al igual que los famosos escapistas Houdini o David Copperfield. De nada sirvió la Operación Jaula de los Mossos d’Esquadra. El showman Puigdemont, ahora es también mago, se esfumó delante de cientos de personas, policías, infinidad de cámaras de móvil, objetivos profesionales y drones que se vigilaban. Puigdemont ha huido de nuevo a Bélgica, continuará…