Irrespeto es falta de respeto, lo que Isabel Díaz Ayuso ha tenido con las personas que tienen que hacer cola para poder comer, llamándoles mantenidos. Irrespeto a las colas del hambre que hay en Madrid y en toda España. Cuando ella habla de libertad, se ha olvidado de la poca que gozan esas personas, porque en las colas del hambre la única libertad que tienen, es ponerse en una cola a esperar que les proporcionen unos alimentos o un plato de comida. Comentarios que avergüenzan, que tienen una falta de empatía y de sensibilidad impropio de una servidora pública, que es Presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a obtener la reelección. Comentarios que quizás al no pensarlos demasiado, ha sido lo que realmente piensa sobre las bochornosas colas del hambre. No le hace falta a la señora Díaz Ayuso, que la ultraderecha diga estos comentarios, ella sola expresa lo que realmente piensa.
Ni tergiversamos sus palabras, ni las sacamos fuera de contexto. Se puede atacar la falta de propuestas, de ideas, de formas de la izquierda, pero nunca se debería de utilizar ni las muertes de la pandemia y todos los que se han quedado sin nada. Eso es ruin y demuestra muy poco de su sensibilidad con estas palabras literales del domingo: «Necesitan Madrid para seguir con su hoja de ruta que es romper España, dividirla territorialmente y crean ciudadanos de primera y de segunda. De segunda, los mantenidos subvencionados que ellos crean como las colas del hambre para que la gente dependa de ellos» No se olvide que la responsabilidad de esos «mantenidos subvencionados» es suya, de proporcionar los medios para ayudar a esas personas. No para utilizarlos como moneda para atacar a sus adversarios, para vergüenza de todos los que la escuchamos y supongo que con el rechazo de sus posibles votantes, Por lo menos, en eso confío, aunque muchas veces también es mucho confiar…