Comamos mierda: millones de moscas no pueden estar equivocadas.

Algunos políticos, medios de comunicación y redes sociales intentan que «comamos mierda, quizás porque millones de moscas no pueden estar equivocadas» y nos quieren convertir a la ciudadanía en moscas revoloteando sobre la mierda. A los animales les gusta comer aquello para lo que están preparados, es decir, comen los alimentos que pueden capturar con sus bocas y digerir en sus órganos internos. Las moscas, mosquitos y escarabajos peloteros, practican la coprofagia, la ingesta de las heces.

La defecación, deposición o evacuación intestinal es el proceso de expulsión de las heces a través del ano, alimentos  sin digerir, bacterias, moco y células del revestimiento de los intestinos, que son necesario eliminar del sistema digestivo, para mantener una buena salud intestinal. La política española se ha convertido en un fenómeno escatológico, una máquina que mueve la mierda de derecha a izquierda y viceversa. Da igual que sea verdad, media verdad, un tercio de verdad o simplemente mentira, todo se mezcla y se le da vueltas. Y, como dice el refranero: «la mierda más huele cuanto más se mueve».

La mierda es una realidad en nuestra vida, cada uno aportamos diariamente al planeta 150 gramos de heces más un litro de orina, multiplicado por 365 días y por los 8.200 millones de habitantes de la Tierra. Las vacas, los cerdos, junto con los seres humanos, contaminamos tanto la tierra como los cursos de agua locales, además de convertirse en un potencial agente de efecto invernadero. Por eso, quizás nuestros políticos, quieren que comamos mierda constantemente en medios de comunicación , redes sociales, en el Congreso de los Diputados y el Senado, no solo porque «millones de moscas no pueden estar equivocadas», sino porque estamos rodeados de ella.

El método de la mierda es un método de estirpe fascista y estalinista, que consiste en utilizar de forma sistemática las frases dichas, los hechos e incluso las actividades privadas, para aniquilar mediáticamente, judicialmente y políticamente al adversario. El método de la mierda es un sentimiento estético ante la mediocridad y en suma, ante la incapacidad para resolver los graves problemas de este país de los líderes políticos. Las palabras ya no significan nada, se han convertido en instrumentos de manipulación, ocultación de la verdad y para arrojarse mierda.

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