Blanquear el franquismo con leyes de falsa concordia

La Transición fue un pacto entre las élites del régimen y los líderes de la oposición para blanquear el franquismo. Fue una traición a la Segunda República, a las generaciones que lucharon por la democracia, padecieron el exilio y la represión del franquismo. Todo bajo un halo de «consenso» y «concordia» sobre la impunidad del régimen franquista. Que culminó con la Ley de Amnistía de 1977, la cual impide cualquier proceso judicial por violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura. Una parte de la sociedad española y de su clase política, siguen orgullosos del proceso de la transición a la democracia y otros que no han renegado del pasado franquista: el orden, la paz y la prosperidad, haciendo un pacto de reconciliación, con el ordenamiento surgido de la Constitución de 1978. Los grandes olvidados son los que no estuvieron de acuerdo y todos los que aún siguen en las cunetas.

A principios de la década de 2000, gracias a la movilización de asociaciones memorialistas por la apertura de las fosas comunes con los huesos de las víctimas de la dictadura en toda la geografía española. Se comenzó a demandar por una parte de la sociedad: “verdad, justicia y reparación” de las víctimas y sus descendientes que llevaron al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero a aprobar una primera ley de memoria en 2007, la llamada “Ley de Recuperación de la Memoria Histórica”. En octubre de 2019 se produjo la exhumación del cadáver del dictador. En 2021 se aprobó el envío a las Cortes del Proyecto de la Ley de Memoria Democrática, una norma que revisaba y actualizaba la Ley de Memoria Histórica de 2007. Y, en el 2022 se aprobó la nueva Ley de Memoria Democrática que declara ilegal la dictadura franquista y las sentencias dictadas por los tribunales franquistas, la resignificación del Valle de los Caídos y la retirada de los títulos nobiliarios concedidos por Franco. Norma insuficiente que sigue dejando impunes en nuestro país los crímenes franquistas.

Aragón es la primera comunidad autónoma gobernada por el Partido Popular y con el apoyo de los ultraderechistas de Vox en la que ya no existe ley de memoria democrática, que garantizaba nuevos derechos a las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura y sus descendientes.  La Comunidad Valenciana y la Junta de Castilla y León con el voto de Vox y el PP pretenden sustituir las normativas autonómicas por las llamadas leyes de la concordia, que no son más que disposiciones legales que su objetivo es blanquear el franquismo y equiparar a las víctimas de la dictadura con unas pretendidas víctimas de la Segunda República española.

Naciones Unidas censura las llamadas las llamadas «leyes de la concordia» de PP y Vox en Aragón, Castilla y León y la Comunidad Valenciana e insta al Gobierno a adoptar «todas las medidas necesarias para garantizar el estricto respeto de los estándares internacionales de los derechos humanos en materia de preservación de la memoria histórica«, ante unas normas que «pueden invisibilizar las graves violaciones de derechos humanos» cometidas durante el franquismo. ¿ Conseguirán sus propósitos PP y Vox ?

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  1. Somos un ¨país diferente» en que aceptamos como normal que durante 44 años los restos del dictador Francisco Franco, yacieran en el enorme mausoleo del Valle de los Caídos, hasta el 24 de octubre de 2019. Donde la propia existencia del monumento representaba de alguna manera la normalización del franquismo. Y, aceptamos como «normal» que las asociaciones de memoria histórica estimen que hay cerca de 80.000 cuerpos enterrados en cualquier cuneta de España.

    La derecha pretende «el blanqueamiento» del golpe de estado del 18 de julio de 1936 y la posterior dictadura franquista. Invisibilizando las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen dictatorial, reivindicando los valores del franquismo: nacionalismo español exacerbado, conservadurismo, rechazo a lo diferente, , respeto al orden y a la autoridad e incluso una ideología nacional-católica. Con leyes de falsa concordia.

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