Una acepción al uso que se estila y prodiga en los medios de comunicación y que fluye con énfasis y reiteración en boca de políticos a guisa de aludir a quienes suavizan, dulcifican, edulcoran o, lisa y llanamente, pasan página de un episodio o de hechos que, al albur de los tiempos, y por razones coyunturales o estratégicas, conviene enmascarar o darle patente de corso a lo que no solo la sociedad en su día, sino también la justicia, reprobó.
La Transición fue un pacto entre las élites del régimen y los líderes de la oposición para blanquear el franquismo. Fue una traición a la Segunda República, a las generaciones que lucharon por la democracia, padecieron el exilio y la represión del franquismo. Todo bajo un halo de "consenso" y "concordia" sobre la impunidad del régimen franquista. Que culminó con la Ley de Amnistía de 1977, la cual impide cualquier proceso judicial por violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura. Una parte de la sociedad española y de su clase política, siguen orgullosos del proceso de la transición a la democracia y otros que no han renegado del pasado franquista: el orden, la paz y la prosperidad, haciendo un pacto de reconciliación, con el ordenamiento surgido de la Constitución de 1978. Los grandes olvidados son los que no estuvieron de acuerdo y todos los que aún siguen en las cunetas.…
Después de los comicios del 28 de abril y la investidura fallida de Pedro Sánchez, la entrada de Vox ha conseguido con cierta naturalidad blanquear la extrema derecha, gracias a partidos como el Partido Popular y Ciudadanos. Hoy, comienza la campaña electoral más corta y nos ofrecerá unos resultados el 10-N, en que sabremos si los votantes escogen al partido original o a los que le intentan emular. Dicho de otra forma: el original o la copia. Lo importante no será el ganador, sino los votos que arrebatará la extrema derecha al Partido Popular y a Ciudadanos, pero también al PSOE y a Unidas Podemos. La ultra derecha crecerá, porque ellos tienen las respuestas fáciles a los problemas complejos, los que dicen lo que muchos quieren escuchar y sobretodo serán el voto de la frustración. En España siempre ha existido la extrema derecha, pero después de la Transición no triunfaron sus ideas…