El Congreso ha votado este martes en contra de iniciar la tramitación de la reforma de la ley de extranjería , propuesta del PSOE, Sumar y CC. La propuesta ha sido tumbada con 177 votos en contra del PP, Vox y Junts y una abstención del diputado de UPN, frente a 171 registrados a favor. Una reforma que contemplaba modificar el artículo 35 de la ley de extranjería con el fin de garantizar una distribución más equitativa y obligatoria de los menores migrantes entre las comunidades autónomas, asegurando que todos reciban una atención adecuada y digna, independientemente de donde se encuentren. Evitando la sobrecarga de los servicios en regiones como Canarias, con el aumento significativo en la llegada de migrantes. Con esta negativa la derecha española y catalana niegan así la solidaridad entre territorios españoles que, sin embargo, reclama de forma insistente la Unión Europea.
Vox sacrificó el gobierno en cinco comunidades autónomas, por creer que establecer un reparto de menores migrantes desde Canarias a otras autonomías era “fomentar el efecto llamada”. Ahora, PP y Vox han votado conjuntamente a favor del odio y del racismo y en contra de la acogida y la solidaridad interterritorial, Mientras Junts, no ha apoyado esta reforma porque exigieron que Catalunya no entrara en el reparto de los menores migrantes, con la misma muestra de odio y racismo que la derecha nacional española. La reforma de la ley de extranjería representaba un avance en la protección de derechos de los menores migrantes no acompañados, pero, la derecha lo ha impedido. Solo queda la opción de que el Gobierno lo saque por decreto.
Mientras tanto, seguirán llegando inmigrantes a Canarias, Ceuta, Melilla o Andalucía. Y, que hay que seguir atendiendo por solidaridad. Porque la inmigración no se elimina con vallas, ni haciendo expulsiones en caliente, sin que tengan acceso a los procedimientos debidos, sin la debida protección ni garantías. Es un problema no solo político, es un drama humano, porque estas personas que llegan a nuestras fronteras tienen derecho a ser tratadas con dignidad y humanidad.