La involución política de las derechas, en especial de la extrema derecha, marcará el nuevo año 2019 en: concepción y funcionamiento de la democracia, anti europeísmo, libertades ciudadanas, políticas sociales, igualdad de género y eliminación del sistema autonómico. Andalucía tiene lo que ha votado, podemos buscar muchas explicaciones, pero no hay excusas, ni a los resultados, ni a la responsabilidad de los que han votado por Vox, ni a los que no fueron a votar.
No valen ahora las lamentaciones, es el momento de reaccionar y frenar la involución en contra de las mayorías sociales. Atacan a la inmigración como el origen de todos los males, ven el feminismo y lo que ellos llaman comunismo como sus grandes enemigos. Una derecha identitaria, xenófoba, homófoba, racista y machista, donde los progresistas sólo tenemos una oportunidad para frenar a la extrema derecha: luchar en las calles y votar en las urnas por otras políticas.
Ahora, en Andalucía, comenzaremos a escuchar las soflamas de una extrema derecha y una derechización del PP y Ciudadanos, para no perder la posibilidad de llegar a la presidencia de la Junta de Andalucía. Vox ha perdido sus complejos y está consiguiendo lo que quieren, con el mensaje de que España está en peligro, por culpa de los que vienen de fuera, las feministas y los bolivarianos. Y, por desgracia con un discurso tan pobre de argumentos, están consiguiendo votos, que son tan válidos como todos, pero mucho más peligrosos.
La división en tres derechas: PP, Ciudadanos y Vox, no es señal de debilidad, es una forma de cubrir todo el espectro de la derecha: desde el centro derecha hasta los neofascistas. Lo cual significa que si pactan los tres partidos de derechas estarán muy cerca de la mayoría absoluta en cualquier comicio y que la izquierda aunque gane las elecciones, no tendrán posibilidad de gobernar, por no tener mayoría. Los partidos progresistas han perdido su discurso, están cansados sus militantes y además no son capaces de contrarrestar la involución de la derecha. Este es el futuro que nos espera, si no se le ponemos remedio.