Evangelización y proselitismo de los medios de comunicación.

Los medios de comunicación tienen una base ética que se atiene al objetivo del periodismo, que es la información, la veracidad, la independencia, la imparcialidad y la responsabilidad. El entierro del papa Francisco como mono noticia, parece que se ha convertido más en un motivo de evangelización y proselitismo hacia la Iglesia Católica, que de pura información. Un evento propagandístico que disputa con los objetivos y la identidad de lo que es meramente informar. Donde todos los medios de comunicación, han enviado a sus grandes figuras comunicativas, donde la mono noticia abre portadas y programas, donde se llenan horas repitiendo lo mismo, donde lo pintoresco y lo anecdótico se mezcla con vaticinios sobre quien será el nuevo Papa. Convirtiendo la noticia en una excusa para machaconamente hacer una evangelización indirecta y proselitismo hacía la Iglesia Católica.

El periodismo se mueve alrededor de lo público, o sea del interés de todos, de la noticia. Puede ser la guerra de Ucrania, la Franja de Gaza, cualquier desastre provocado por un fenómeno atmosférico o las cambiantes decisiones de Donald Trump. Las noticias son desplazadas por otra actualidad, compartidas con las noticias falsas, ignorando los procesos de verificación o directamente adulterando intencionadamente el contenido, que son publicadas con la intención de engañar y confundir. Además, de la proliferación de las redes sociales, en las que se refugia una parte de la población que no confía en los medios de comunicación tradicionales: periódicos, radio y televisión. En medios de comunicación y redes sociales un solo tema: la muerte de Francisco, su entierro y su posible sucesor.

La Iglesia Católica utiliza el calendario para difundir el mensaje cristiano, en Navidad, en Semana Santa, en determinadas celebraciones religiosas, que son aceptadas socialmente, por creyentes e incrédulos. Aparte, de la evangelización que ejerce la Iglesia en colegios, instituciones y en sus cultos. De que el Estado español dedique al sostenimiento de la Iglesia católica el 0,7% de la cuota íntegra del IRPF. Que aprovecha, los medios de comunicación afines y redes sociales para hacer proselitismo y aumentar el número de creyentes, que supera los 1.400 millones en todo el mundo. Sin embargo, la Iglesia afronta una crisis de sacramentos, las misas están más vacías, sufre una brecha generacional de los jóvenes respecto a generaciones anteriores, la falta de vocaciones, la atípica postura de vetar a las mujeres, que sostiene y potencia el machismo. Y, los casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero de la Iglesia católica.

Cualquier evento religioso es utilizado con su escenificación para conseguir su misión evangelizadora por parte de la Iglesia. Y, por supuesto la muerte de un Papa y la elección de otro nuevo. Miles de personas en la Plaza de San Pedro, en la Vía de la Conciliación y en todo Roma, millones de espectadores en todas las televisiones del mundo, delegaciones de 148 países, 50 jefes de Estado y de gobierno, representantes de distintas casas reales. Siguiendo una ceremonia solemne, marcada por el simbolismo religioso, disfrazada de «entierro sencillo» como quería Francisco. Los medios de comunicación hacen el mejor trabajo de evangelización para la Iglesia Católica, donde los métodos de evangelización han cambiado según los tiempos, pero donde la muerte de un líder religioso como el Papa, se convierte en la única noticia en que coinciden todos los medios de comunicación. Donde la liturgia, la escenificación y la iconografía cristiana se convierte en un escenario único para afianzar y conseguir más fieles, dando una imagen muy lejos de lo que debería ser escuetamente informar.

No es normal que la muerte y la elección del líder espiritual de 1400 millones católicos monopolice la información en un mundo de más de 8000 millones de personas. No es lógico que en un país como España, que es aconfesional, según el artículo 16 de la Constitución Española, que RTVE haga el despliegue y la dedicación de tiempo informativo, en un tema que no es es del interés de todos, aunque el 55% de la población española sea católica, pero con menos de un 20% que se consideran católicos practicantes. Los medios de comunicación, tanto privados como públicos, ayudan directa o indirectamente, a la promoción y publicidad de una religión que con su liturgia, el culto, los sacramentos, con sus bienes, pastores y fieles no necesita ayudas extras para expandir la fe cristiana.

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  1. Andrés Marco Lou

    Los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en dar a conocer la realidad que forma parte de nuestra realidad cotidiana. Pero, son ellos los que deciden lo que es noticia, lo que tiene relevancia pública y la que sustituirá a dicha noticia. Su influencia es fundamental en su influencia sobre el debate público. Son intermediarios entre los hechos y las audiencias, los medios de comunicación compiten entre ellos, algunos con intereses particulares que se mueven en relaciones de poder.

    Aún siendo importante informativamente, la muerte de un Papa, los medios de comunicación públicos deberían plantearse una serie de parámetros informativos que deberían de estudiarse en el estudio de casos concretos, independientemente de las audiencias respecto a otros medios de comunicación privados. De su concepción de las noticias, el debate público y su papel como actores de lo público, de no inferir en la parte del análisis de la producción periodística. Porque una cosa es reflejar una realidad y otra acaparar toda la información con el peligro de manipular una realidad social que solo debería tener como objetivo informar. Y, no empachar.

    Donde los medios de comunicación no sólo influyen en nuestra percepción de la noticia, haciendo indirectamente un papel evangelizador, que es misión de la Iglesia y no del periodismo en empresas públicas de comunicación. La diferencia con los medios de comunicación privados es que para ellos las noticias, tienen un carácter mercantil o con unas premisas ideológicas, ya desde su nacimiento.

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