Madrugá o botellona.
La "Madrugá" es esencia de Sevilla. Cuando no eres sevillano, no entiendes muchas cosas de Sevilla: de su historia, de sus calles, de sus gentes, de su Feria y de su Semana Santa. No entiendes sus costumbres, ni sabes apreciar el azahar de los naranjos ni el incienso de sus procesiones. No ser sevillano, es quizás ver a Sevilla como una hermosa ciudad, llena de historia y con mucho encanto, pero nada más. No ser sevillano, es observar a los sevillanos como gente ni más simpática, ni más hospitalaria; ni mejores ni peores que los de cualquier lugar. Aunque, algunos más vanidosos; porque ellos advierten la importancia de haber nacido en Sevilla y lo exaltan. No ser sevillano, no hay que proclamarlo a gritos, todos lo saben cuando te oyen hablar, sin embargo los sevillanos, lo proclaman, están orgullosos de haber nacido en Sevilla y de tener un sentido diferente de vivir…