Gestionar la incertidumbre, sin improvisación.
Actualmente lo único cierto es la incertidumbre, gestionar la incertidumbre es una capacidad necesaria en una sociedad interconectada, donde nada es estable, donde todo cambia en cuestión de segundos, donde hemos de ser capaces de distinguir lo que se puede controlar o no y así tomar decisiones correctas. La gestión de la incertidumbre requiere la comprensión de múltiples factores y la toma de decisiones con alto grado de variación o corrección. Lo que no podemos es querer gestionar la incertidumbre con la improvisación, que es la capacidad de adaptarse a las circunstancias, porque todo objetivo requiere de un plan previo. Dejar todo al compás del azar, actuar por puro impulso o esperar a que se sucedan los acontecimientos, no es gestionar. Igual que no se ve bien visto, que las personas tomemos decisiones incorrectas, aunque todos nos podemos equivocar. Los políticos son los responsables de anticiparse, de analizar y de tomar medidas…