En Siria, después de 50 años de dictadura y 13 años de guerra civil, ha caído el régimen de Bashar al Assad en manos de las tropas rebeldes. Fue el único dictador que sobrevivió a las protestas árabes de la Primavera Árabe, que se extendieron por gran parte del mundo árabe, donde cayeron Sadam Husein, dictador iraquí; Ben Ali, dictador tunecino y Hosni Mubarak, dictador egipcio, instaurándose nuevos gobiernos que siguen sin ser democráticos, atacando la libertad de expresión y los derechos humanos. Durante años Siria ha sido acusada de crímenes contra la humanidad o genocidio por las atrocidades cometidas contra la sociedad civil siria, durante la guerra civil en 2011.Según la Red Siria para los Derechos Humanos (SNHR), desde el estallido de la guerra civil, más de 15.000 personas fueron torturadas hasta la muerte y más de 150.000 detenciones.
En 2012 parecía inminente la caída de Assad por la deserción y el paso a la oposición de cargos, tanto civiles como militares, pero el dictador resistió. El régimen siguió con la represión, detenciones, ejecuciones, desapariciones y ataques con armas químicas. Aparte, de convertirse en un narcoestado, dedicado al tráfico de captagon, una droga sintética muy apreciada en los países del Golfo.
La dictadura de Bashar al Assad fue siempre apoyada por Rusia, el Kremlin invirtió muchos recursos financieros, militares y políticos, para mantenerlo en el poder a cambio del arrendamiento de bases militares en el Mediterráneo oriental, lo que representaba una posición estratégica para Rusia. Y, que han dejado caer, por estar centrados ahora en la guerra contra Ucrania. De momento, Bashar al Assad, se ha refugiado en Rusia y que le garantiza que no sea juzgado por su responsabilidad personal en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Ahora, queda por conocer si los rebeldes, una coalición de milicias yihadistas e islamistas radicales, con orígenes en Al Qaeda, que han derrocado el Gobierno de Assad. Los cambios del nuevo gobierno en Siria será la aplicación de la ley Sharia, base del derecho islámico, estableciendo las normas que rigen el código de conducta y la moral de los sirios. Después vendrán los apoyos internacionales, la ayuda de Estados Unidos. Pero, lo que no llegará es la democracia, ni la libertad y el respeto de los derechos en Siria. Solo falta que Israel, aproveche la coyuntura para su expansión y realizar el sueño de dominar hasta el Tigris y el Éufrates. Un mundo donde cada vez hay más autocracias, dictaduras, países totalitarios, menos libertades, menos derechos y menos justicia.
Da igual una dictadura, en cualquier país, todas tienen demasiadas similitudes, No quiero comparar la dictadura Siria, con la dictadura del franquismo en España, aunque ambas se parecen. Se habla de cientos de miles de cadáveres de personas torturadas hasta la muerte por el régimen de Assad, En Siria hay unas 150.000 personas en paradero desconocido, la mayoría de las cuales fueron secuestradas o detenidas por el régimen de Assad. En España, ahora cuando se va a celebrar el 50 aniversario de la muerte del dictador, sigue habiendo más de 100.000 desapariciones forzadas por la represión franquista, que están repartidos en fosas comunes por toda España.
La familia al Assad han perpetuado cincuenta años de dictadura en Siria, Bashar al Assad ocupando el cargo de presidente de Siria desde la muerte de su padre, Hafez al-Ássad, en el año 2000, y ejerciendo una violenta represión contra la población civil. Franco lo hizo durante casi cuarenta años. Al Assad y Franco dos dictadores, Los dos construyendo una autarquía de autoritarismo y personalismo, tanto a nivel político, económico y en las fuerzas armadas, generalizando la represión y el control social.
Dos dictadores sin castigo. Bashar al Assad refugiado en Rusia y Franco fallecido. Dos ejemplos del mal que puede hacer una persona y un régimen, con el apoyo de la burguesía, de la iglesia y del ejército. Al Assad con los alauitas, una secta que es una rama del chiismo, que constituyen alrededor del 10% de la población de Siria. Franco con el apoyo de la Iglesia Católica. Dos dictadores, que ejercieron una extrema brutalidad para erradicar cualquier voz discordante y aplastar a su pueblo.