Sin armas no hay guerra.

El Gobierno de España está defendiendo la suspensión de la venta de armas a Israel, porque sin armas, no hay guerra. Pero, las guerras y los beneficios económicos están muy ligados entre si, el comercio de material militar supone un ciclo económico-militar, en el cual están implicados gobiernos, empresas de armamento y bancos que financian las exportaciones de armamento y la producción militar en general.

Las guerras significan sufrimiento, destrucción, muertes, heridos…, pero, sobre todo negocio para algunos. Un embargo de material de guerra podría significar el fin de guerras como la de Ucrania, Israel y tantos conflictos que hay abiertos en todo el mundo. Un tema que es tabú en una sociedad neoliberal, que está más preocupada por la cultura de la defensa, el aumento las fuerzas armadas y cumplir con el compromiso de gastar al menos el 2% de su PIB en defensa para aportar a la OTAN.

Nuestra sociedad refuerza cada vez más ese lema latino de «Si vis pacem, para bellum», que significa «Si quieres la paz, prepárate para la guerra». Donde además de la tradición armamentística-militar, se añade la tolerancia de las armas en la sociedad. La sociedad civil y los movimientos sociales no hacen nada para luchar en contra de los niveles de armamento y militarismo.

Incluso se usan argumentos maniqueos, de la importancia de las empresas armamentísticas, su incidencia en la economía, el numero de empleos… Porque, aparte de la industria militar, estamos hablando de I+D militar, logística, recursos sanitarios, bienes en general. Las armas suponen una parte importante en los presupuestos de los estados, pero también a los presupuestos de otros ministerios como el de industria.

Por eso, cuando se habla de embargos de armas, hemos de desconfiar, porque ante la realidad de que sin material de guerra, no hay guerra, existen una multitud de intereses económicos. Aparte, de argumentos de seguridad y defensa ante conflictos internacionales, que intentan convencernos del nivel de armamento y desarrollo militar que necesita nuestra sociedad.

Es necesario el embargo de armamento a Israel y a Ucrania, incluso sería aún mejor que no existieran armas y por supuesto que no existieran fabricas de armamento. Pero, la realidad es que para muchos Estados, es más importante obtener beneficios por los ciclos de las guerras que las muertes y la destrucción.

! No a las guerra ! ! No a las armas !  ! Embargo de armas a las guerras de Ucrania y de Israel ! No podemos convertirnos toda la sociedad civil en cómplices del comercio de armas. No podemos ser cómplices del militarismo neoliberal, del negocio de la guerras. ! Ni un niño muerto, más !

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