El irrespeto es la falta de respeto, es decir, no respetar a los demás, la falta de consideración, no reconocer la dignidad de las personas, el reconocimiento de sus derechos innatos y todo esto ante la indiferencia de la sociedad internacional. El poema «First They Came» de Martin Niemöller era un mensaje contra el silencio y la indolencia ante la injusticia: «Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre»
Existen diferentes versiones de la cita de Niemöller, pero ahora podríamos decir del irrespeto de Israel: primero vinieron por los palestinos y guarde silencio porque no era palestino. Luego vinieron por los libaneses, y no dije nada porque no era libanes. Luego vinieron por la misión de paz de Naciones Unidas, y no dije nada porque no era de la ONU. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre. Todos somos cómplices con nuestro silencio ante la persecución y el asesinato de miles de personas inocentes, según datos de Oxfam: entre ellos más de 6.000 mujeres y 11.000 niñas y niños han perdido la vida en Gaza a manos del ejército israelí en los últimos 12 meses, después del atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023.
La Torá, el libro de la ley de los judíos, enseña que si uno le causa a su prójimo la pérdida de un miembro, realmente merece que le ocurra lo mismo a él. Está escrito en Éxodo 21:23-25: “Pero si hubiera algún otro daño, entonces pondrás como castigo, vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe» Pero, la ley del Talión, por el atentado del 7 de octubre, no es el comienzo del irrespeto de Israel. Un país que ha pasado de víctima a verdugo, el país que ha infringido más resoluciones de la ONU.
Después de asesinar a palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania, de atacar al Líbano, han atacado a la misión de paz de la ONU, han declarado «persona non grata» al secretario general de la ONU, António Guterres, y le prohíben la entrada al país. Es algo más que el «ojo por ojo», es un desprecio total a toda la comunidad internacional, con el apoyo armamentístico y de sus vetos en la ONU de Estados Unidos. Pero, todos los países que venden armas a Israel son tan culpables como ellos y nosotros como sociedad del asesinato de tantos inocentes. El mundo se movilizó en 2003 contra la guerra de Irak, ahora nos hemos acostumbrado a las guerras de Ucrania y de Israel, solo hay indiferencia y apatía. «Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre»