Ruptura de la izquierda.

En un momento en que la unidad de la izquierda es necesaria, llega la ruptura de la izquierda de la mano de Podemos. Por el anuncio el domingo 6 en Madrid durante el acto «Por la paz y contra el régimen de guerra», para instar a la movilización contra el aumento del gasto militar, de que la exministra de Igualdad, Irene Montero, será quien lidere una candidatura de Podemos para la próximas elecciones generales, con mano tendida para incorporar a otros sectores de la izquierda y de la sociedad civil. Podemos reafirma a la exministra como referente electoral y su voluntad de liderar la izquierda alternativa, frente a los llamamientos de Sumar por parte de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para la unidad de la izquierda.

Además, la reelección de la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en la V Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, el sábado 12, en la que hay revancha contra Sumar, reafirmar un Podemos antimilitarista, enfrentado a Sumar y al PSOE. Justo, lo que necesita la derecha para alcanzar una holgada mayoría. A los problemas del PSOE, se unen la falta de ideas de la marca Sumar, la dificultad de aunar a otras marcas aliadas, como Compromís o Comuns. Y, con la duda de si IU se acercará a Podemos. Resumiendo, una izquierda cainita que dará el gobierno a Feijóo y Abascal. Una ruptura por cuestiones ideológicas y personales, que llevó a la ruptura hace un siglo de socialistas y comunistas, y tiempo atrás de los anarquistas.

Podemos perdió a Iglesias, Bescansa, Alegre, Pascual, Errejón… Pero, lo más grave es que perdió el apoyo de los votos. Todo queda en manos de Irene Montero que fue capaz de garantizar la supervivencia de Podemos en las anteriores elecciones generales y que quizás consiga hacer crecer a Podemos. Pero, al PSOE le hace falta una mayoría de legislatura que no encontrará en los partidos progresistas y que tendrá que buscar con los apoyos de PNV y Junts. Lo cual no le permitirá gobernar y lo que todos estamos convencidos es que España, no es ni Francia, ni Alemania, donde el cordón sanitario funciona. Aunque, también exista una ruptura de la izquierda

En España, Vox nace como un desprendimiento del PP y eso comporta que se reconozcan como parte de la misma estirpe. Por lo tanto, no existe entre los votantes del PP la voluntad de aislar a la extrema derecha, porque defienden los mismos valores. Pero, eso le da igual a la izquierda española: prefieren perder votos por egoísmos absurdos, personalismos infantiles o ideologías similares que no son capaces de compartir. Esta vez, ya no funcionará el miedo a la extrema derecha, porque cada vez son más una alternativa para muchas personas, por desencanto o simplemente por cabreo. La ruptura de la izquierda parece que es una realidad, que obtener una mayoría para la gobernabilidad está muy complicada.

La izquierda tendrá que volver a las calles, para luchar contra el devenir de los acontecimientos, después de varias legislaturas de la derecha, quizá la sociedad civil sea capaz de con su actitud, su compromiso y lucha conseguir que la izquierda gobierne en España de nuevo. Pero, que nadie olvide que solo desde la instituciones se puede hacer una política que tenga como objetivo mejorar la vida de la mayoría de las personas y no proteger los privilegios de unas pocas. Hay cosas que no son buenas del todo, pero otras son simplemente malas.

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