El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, ha emprendido una gira por África Occidental: Mauritania, Gambia y Senegal, para firmar acuerdos de migración regular, describiéndola como «necesaria», tanto para los países de origen como para los de destino. Defendiendo los movimientos migratorios ordenados mediante la migración circular, donde los trabajadores son contratados en sus países de origen para realizar labores estacionales en España y regresan a sus lugares de origen al concluir sus contratos. En definitiva, luchar contra las mafias que trafican con seres humanos, destacando que: «la migración no es un problema, es una necesidad«, en referencia a los puestos de trabajo que pueden ser cubiertos por personas que provienen del extranjero.
La migración es un movimiento de personas que puede ser facilitada o forzada, regular o irregular. La migración puede ser una respuesta a las presiones migratorias, reconociendo las necesidades reales de los mercados laborales y al servicio de una economía cada vez más global. Pero, también puede ser un movimiento forzado de personas que se ven sobrepasados por conflictos internacionales: por el hambre, la pobreza, la violencia y la falta de derechos humanos que se desplazan sin ayuda y sin necesidad de protección. Los movimientos migratorios necesitan atención para que el sistema funcione idóneamente, para asegurarse que no se dejan de lado aspectos como los derechos de los migrantes y su protección: la salud, la educación, el empleo, el bienestar social, el trabajo, el desarrollo, la integración y la cultura. Es preciso mejorar y facilitar los movimientos autorizados, prestar asistencia con miras a un control fronterizo efectivo, mantener el apoyo de la opinión pública a las políticas que favorecen la migración y la integración, evitando la xenofobia. Es necesaria frenar la migración irregular que no deja de aumentar, gracias a las redes de trata y tráfico de personas, pero sin olvidar que han llegado a nuestras fronteras y nuestro deber de auxilio y protección.
Hablar de migración regular y de migración circular, es intentar buscar otros cauces para la migración. Pero, no servirá para solucionar el problema que tenemos actualmente, un gran número de migrantes en situación irregular que no están protegidos en sus derechos como migrantes. Los migrantes ayudan al crecimiento económico de España, tienen el efecto de rejuvenecer a nuestra población que es una de las que más envejecen del mundo y aumentan las reservas de la Seguridad Social, ya que en su gran mayoría están en edad laboral.
¿ Dónde está el problema con la inmigración ? El número de migrantes, la supuesta delincuencia, la falta de integración, la escasez de medios económicos o simplemente la carencia de solidaridad. Hemos convertido la migración en un tema político, que se utiliza como excusa para extender el odio y la xenofobia. Recordemos la emigración española, esa generación de la posguerra, que según el Instituto Español de Emigración (IEE) cifró en un millón de personas la emigración entre 1959 y 1973 que salió a Europa: Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda o Francia, un fenómeno clandestino o irregular. Hubo muchos españoles «sin papeles» que se buscaron la vida en el extranjero, que consiguieron la reagrupación familiar, que algunos regresaron y otros se quedaron en sus países de acogida. Sin olvidar Sudamérica que fue destino principal de la emigración española durante el siglo XIX, inicios del XX y para el exilio republicano. Los españoles somos muy parecidos a estos migrantes que ahora vienen a España, con muchas necesidades parecidas…