Matar en nombre de Dios.

Matar por fundamentalismo en nombre de Dios, no sirve para nada, el terrorismo y las guerras  no son acciones justas, ni santas ni limpias y quizás nunca podrán ser prevenidas ni erradicadas, pero son un fracaso de la civilización humana.

Los talibanes irrumpieron ayer en una escuela militarizada, en la ciudad de Peshawar en el noroeste de Pakistán y mataron a tiros al menos a 141 personas, la mayoría de ellos niños, en uno de los ataques más mortíferos de la nación asiática. Ha sido el atentado más brutal desde octubre de 2.007 en la historia de Pakistán, un país asolado por el integrismo islámico de los talibanes que luchan por controlar a su vecino, Afganistán. El principal grupo talibán pakistaní, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), ha reivindicado el ataque  y lo justificaron en que para el Ejército sus familias también «son objetivos».

La matanza intencionada de personas inocentes, mujeres y niños, va contra los principios de islam ¿Por qué existe el integrismo? Un movimiento político que utiliza el nombre de Dios para justificar las injusticias y la discriminación, todos los integristas, sean musulmanes, judíos, cristianos u otros, están unidos en la tentativa de crear la división, la lucha, el racismo y el sexismo en contra de los derechos de la mujeres.

El fundamentalismo religioso se basa en una visión del mundo: la suya propia, sostiene que las doctrinas que emergen de las sagradas lecturas deben ser aplicadas a todos los aspectos de la vida social, económica y política.Mientras que el integrismo trata de proteger por todos los medios unas creencias determinadas, resguardándolas de cualquier punto de  vista no autorizado.Ambas palabras son sinónimas de dogmatismo,fanatismo, radicalismo, intransigencia y también de barbarie a lo largo de la historia.

Las religiones monoteístas, por estar vinculadas a un único Dios, han sido a lo largo de la historia, intolerantes y predispuestas al empleo de la fuerza. Desde las guerras santas como las cruzadas, hubo violencia bajo el signo de la cruz;  las colonizaciones supusieron matar a innumerables indígenas y aborígenes en América y África en defensa de una religión. Los conflictos históricos entre chiítas y sunitas, entre palestinos y judíos, entre hindús y musulmanes, entre cristianos y musulmanes…,  han supuesto defender su Dios y su fe con la violencia.

Vivimos en una cultura occidental egoísta, en donde la tendencia es separar, dividir y discriminar; todo se basa en los intereses inmediatos y materialistas. La cultura occidental, se ha alejado del fanatismo por la fé, pero el Islam, tampoco es fundamentalismo y violencia, aunque algunos impongan su fe con intransigencia, odio y muerte.

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