Ser un buen ciudadano implica cumplir con las leyes y pagar impuestos. «Moroso, a», según la RAE es el «que se retrasa, en algo, especialmente en un pago o en una devolución. Se refiere a individuos o empresas que tienen deudas pendientes de pago. Hay listas de morosos que reflejan tanto las personas físicas como jurídicas que tienen impagos pendientes a entidades que prestan servicios de préstamo como entidades bancarias. Personas físicas o jurídicas que no han devuelto el dinero correspondiente, generando una deuda. Una herramienta utilizada por entidades bancarias para reforzar su seguridad financiera en las relaciones comerciales con clientes que figuran en estos listados.
Otra lista de morosos y morosas es la que publica Hacienda desde el 23 de diciembre de 2015, una lista que incluye a los deudores con la Hacienda Pública con deudas o sanciones tributarias. La lista se hizo para que los deudores pasaran la vergüenza de verse reflejados. Cuando alguien debe un millón de euros o cantidades superiores… Hay sociedades interpuestas, fondos situados en paraísos fiscales, gabinetes especializados, buscan el aplazamiento, no pueden garantizar el pago, entran en ejecutiva. En definitiva, son las deudas que nunca se van a pagar. En esa lista de morosos y morosas hay esos «muy españoles» de bandera de España en la pulsera, de un patriotismo de las cavernas, pero año tras año siguen saliendo en la lista de morosos de Hacienda.
Hay una creencia generalizada de que a nadie le gusta pagar impuestos. Aunque pagar muchos impuestos debería ser señal de que se gana más dinero. Los impuestos son unas cantidades de dinero determinadas por ley que cada ciudadano está obligado a pagar a las Administraciones públicas (el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos), que utilizan estos fondos para financiar las necesidades públicas. Para eso es necesario pagar impuestos. Sin embargo, la derecha promete bajar impuestos reduciendo el escudo social y la izquierda, gravar más a empresas y ricos.
El artículo 1.1 de la Constitución Española indica que «España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político». Lo que justifica el principio de equidad o de justicia del gasto público, así como su función redistributiva. Los impuestos sirven para pagar los gastos públicos (sanidad, educación, seguridad y defensa, estructuras, pensiones…) Ser moroso con Hacienda es negarse a pagar en función de la capacidad económica de cada uno, porque los ricos deben pagar más. Aunque ellos piensen que es injusto pagar por educación, por sanidad o por pensiones públicas, cuando ellos tienen dinero para pagar servicios privados. Podemos estar de acuerdo o no con las políticas fiscales impuestas por el Gobierno de turno, pero pagar impuestos es necesario para vivir en sociedad.
Esos morosos y morosas «muy españoles» que no pagan a Hacienda, colaboran con esa idea de la derecha de bajar impuestos a las rentas más altas y reducir la carga fiscal que soportan las familias y las empresas no sea tan elevada. Ellos defienden el sector privado, sobre un Estado ineficiente, en las urnas y no pagando a Hacienda. Es muy fácil presumir de españolidad y no pagar lo que les corresponde. Sin impuestos no hay Estado, no hay servicios públicos. Eso les da igual, a los que prefieren vivir en Andorra, tener un gabinete especializado en alusión fiscal o simplemente no pagar. Su ¡ Viva España ! es un insulto para todos los que pagamos y creemos en un Estado social.