Insinuaciones aznarianas.

Insinuar según la RAE es: «Dar a entender algo sin más que indicarlo o apuntarlo ligeramente«. José María Aznar, presidente del Gobierno de España entre 1996 y 2004, le gusta, muchas veces, dar a entender algo sin decirlo directamente o simplemente decirlo,  porque «a buen entendedor, pocas palabras bastan». Es lo que podríamos entender bajo el término «insinuaciones aznarianas», afirmaciones que no son explícitas, pero que pueden dar a entender algo. Una herramienta para el engaño, la confusión y la
desinformación, aunque no sea necesariamente mentira lo que se dice.
Insinuar busca promover ciertas actitudes apelando directamente a las emociones, sin necesidad de ofrecer argumentos que apoyen el contenido de las ideas que propugnan.

El 30 de enero de 2003, en una rueda de prensa junto a Tony Blair en La Moncloa: «Decir que Irak cuenta con armas de destrucción masiva no forma parte del terreno de la fantasía«. «Pueden estar seguros de que el régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva«. Aznar defendió la existencia de armas de destrucción masiva para legitimar su apoyo a la intervención. Incluso tras la guerra, cuando ya parecía dudoso que las armas apareciesen, Aznar se mantuvo firme.

Avisaba Aznar, en la campaña electoral del 14-M que tras el 14 de marzo, o gobierna el PP o habrá un «riesgo real» para el futuro de España con una coalición de «pancarteros, comunistas e independentistas» que «todas las mañanas desayunan galletas de rencor o de odio» y quieren «romper España». Insinuaciones muy claras y muy repetidas durante estos últimos años.

El socialista José Luis Rodríguez Zapatero ganó contra todo pronóstico las elecciones generales del 14 de marzo de 2004. La derrota del PP, que pasó de la mayoría absoluta a la oposición, por la gestión de la crisis de la Guerra de Irak, presente en el atentado de Madrid. La gestión de Aznar en las Azores, la pagó Rajoy en las elecciones.

El 29 de noviembre de 2004, en una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre los atentados del 11 de marzo de 2004, José María Aznar declaró estas insinuaciones: «los que idearon» los atentados terroristas del 11 de marzo «no están ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas«, y ha recalcado que «sean quienes sean» consiguieron su objetivo: «cambiar el curso político de España«. Ansioso por atribuir a la banda terrorista ETA dichos atentados y el intento mediático de la teoría de la conspiración del 11M que era falsa  y que su único objetivo fue limpiar la reputación del Gobierno de Aznar, que intentó engañar a millones de españoles durante el peor atentado de nuestra historia.

En febrero de 2006, el ex presidente del Gobierno José María Aznar firmó a favor de la convocatoria de un referéndum nacional sobre el Estatuto de Catalunya. El 21 de octubre de 2011 se anunció el fin de la actividad armada de ETA, un triunfo del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Mientras el ex presidente del Gobierno José María Aznar denunció la «deslealtad» del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero con los jueces y fiscales, con las Fuerzas de Seguridad, con los partidos políticos y, en general, con todos los españoles por la negociación del Gobierno socialista con ETA, unos hechos que, según ha recalcado, tienen una «responsabilidad máxima y extraordinaria». Después vino el apoyo de Aznar a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya, en 2017

Aznar siempre ha repetido asociaciones entre palabras y el objeto de las mismas (golpistas-ERC/Junts, filoetarras-Bildu, bolivarianos-Podemos, Sánchez-sanchismo. . . ), como mecanismo de propaganda. Da igual dichas aseveraciones, su repetición actúa como un elemento propagandístico, expresiones codificadas que son reconocidas y desencriptadas por su audiencia a la que van dirigidas, con la finalidad de engañar y confundir desde la Fundación FAES y el apoyo de los medios.

Aznar nos hace insinuaciones en contra de Pedro Sánchez, en noviembre de 2023: «El que pueda hablar, que hable, el que pueda hacer, que haga, el que pueda aportar, que aporte, el que se pueda mover, que se mueva. Cada uno en su responsabilidad tiene que ser consciente de la situación de crisis en la que estamos» En la que invita a colarse en las algaradas callejeras de la fachaborroka. Y, para rematar el 21 de junio en una entrevista de El Mundo nos avisa que: «España tiene un presidente que es un peligro democrático”. «Que uno es capaz de adulterar unas elecciones en su partido, ¿ por qué no va a ser capaz de alterar unas elecciones generales ?

Insinuaciones aznarianas, de distintas fechas y situaciones, donde se demuestra su peso político en el PP,  que acercan la derecha y la ultraderecha. Quizás el PP y Vox no son lo mismo, pero se parecen bastante. Con su apoyo a Israel y afirmando ante tal genocidio que: «A Israel hay que agradecerle el trabajo que hace por los demás” Ante la falta de liderato de Feijóo, Aznar y Abascal se convierten en los ideólogos más conservadores, autoritarios y reaccionarios de la misma derecha, que puede ser la que gobierne en las próximas elecciones. Donde solo falta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso para poner la guinda en el pastel, como la primera presidenta del Gobierno de España.

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