Compromiso de no comprar armas a Israel.

compromiso de no comprar armasCompromiso según la RAE  es: «obligación contraída o acuerdo pactado entre distintas partes». Lo cual significa que un «compromiso», al igual que una «imposición», es una obligación , es decir, algo que hay que hacer obligatoriamente. El Gobierno de España dijo que “mantenía el compromiso de no vender o comprar armamento al Estado israelí”, en el comunicado del Ministerio del Interior del 24 de octubre de 2024 hablando de rescisión de contrato y el mismo día del comunicado de Interior, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, confirmó la postura. Pero, aunque Pedro Sánchez asegurase que no había operaciones de compraventa con Israel, a pesar de que el propio Marlaska anunciase que rescindiría el contrato, sin embargo en plena Semana Santa, se ha formalizado el contrato para la compra de 15 millones de balas a la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security para la Guardia Civil por 6,6 millones de euros.

España ha mantenido una posición pro-palestina desde el principio y en contra del genocidio israelí en la Franja de Gaza, manteniendo su compromiso de no comprar, ni vender armas a Israel. Resulta paradójico que ahora se excusen en seguir la recomendación de la Abogacía del Estado, «que desaconsejó la rescisión debido a la avanzada fase de tramitación del contrato». Es decir, la anulación hubiera supuesto abonar el precio a la empresa sin recibir el material. Los contratos vinculan obligación a las partes, son obligatorios y están para cumplirse, pero siempre como decían los hermanos Marx en su diálogo surrealista de “Una noche en la ópera”: «la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte», lo cual nos indica que en la redacción de cualquier contrato, se puede incluir unas clausulas de rescisión o incluso, el derecho de desistimiento, que faculta a dejar sin efecto el contrato celebrado.

Es cuestión de voluntad política la rescisión de dicho contrato, buscando las formas para ser incumplido o no ser válido, donde si alguien se ha equivocado o ha obrado en contra del compromiso del Gobierno de España, debería dimitir o ser cesado, incluso si es el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska. El Gobierno de España debe de aclarar si su intención, es decir, la «voluntad firme de hacer algo», coincide con su compromiso de «no vender o comprar armamento al Estado israelí». El compromiso no admite excusas, solo resultados, se debe hacer lo que haga falta y eso comporta no comprar 15 millones de balas a Israel. 

España no puede hacer el rearme que pedían Europa y la OTAN, por llegar al 2% del PIB en Defensa este mismo año. Ni puede quedarse con armamento de Israel. Nos estamos equivocando, vamos en contra de la tradición antibélica de la izquierda. Aunque por desgracia, siempre se habla de buenas intenciones, pero al final siempre se priorizan los intereses económicos en políticas de seguridad y defensa. Sin olvidar que España e Israel están entre los diez principales exportadores de material militar del mundo y eso quizás está por encima de cualquier compromiso, están las intenciones, y ya sabemos el dicho de que «el infierno está lleno de buenas intenciones«. ¡ No a la guerra y la ruptura de relaciones con Israel a causa del genocidio !

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