Democracia representativa.
La democracia representativa consiste en que los ciudadanos y ciudadanas podamos escoger a nuestros representantes a través de unas elecciones. Debido a la enorme dificultad para que todos los individuos de una sociedad nos pongamos de acuerdo y tomemos finalmente una decisión, delegamos en dichos representantes para ayuntamientos, comunidades autónomas, representación en la UE o para el gobierno del Estado, la facultad de legislar y gobernar en nombre nuestro. La ciudadanía otorgamos nuestro apoyo a un candidato o partido en un momento determinado, que puede ser confirmado o retirado en cada proceso electoral, según la buena o mala gestión, las opiniones, demandas y los posibles pactos entre partidos. El problema de una democracia representativa es que los representantes, muchas veces, se olvidan que son meros administradores temporales, se aferran a su sillón olvidándose de los mandatos de la ciudadanía y se dejan llevar por cualquier atisbo de corrupción o componendas. Eso hace…