Desmerecer al adversario condena al fracaso.

Muchas personas intentan basar su triunfo personal, lograr buenos resultados, en desmerecer al adversario. Su incompetencia la intentan suplir en desmerecer los logros y las cualidades de su adversario o adversaria, se les olvida que nunca hay enemigo pequeño. Esta realidad se puede aplicar en todos los aspectos de la vida y por supuesto también en la política. Un ejemplo notorio son las elecciones madrileñas del 4 de mayo, en que Isabel Diaz Ayuso está sufriendo un menosprecio por parte de sus adversarios políticos, pero la que fue la encargada de gestionar la cuenta @SoyPecas, el nombre del perro de Esperanza Aguirre, es la más firme candidata de obtener la presidencia de la Comunidad de Madrid. Quizás no por sus aciertos, sino por los desaciertos de los demás. Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en la "enfant terrible" de la derecha, la que ha sido capaz de que caigan en la trampa…

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