La hipérbole catalana.
En la política catalana, hay una constante, el uso político de la exageración, un discurso para llamar la atención y para tocar emociones.
La táctica es la misma para secesionistas que para los constitucionalistas: exagera, que algo queda. La hipérbole se convierte en un modo exagerado de transmitir informaciones y valoraciones, para convertirse en demagogia, buscando el enfrentamiento, sacrificando el rigor para ganar fanáticos y frivolizando el problema.
Ni unos son golpistas ni los otros son represores, ni unos pueden erigirse en jueces únicos ni los otros son carceleros. En Catalunya, independentistas y antindependentistas buscan siempre exagerar una idea sin juzgarla en su medida real; consideran ambos, que el cuestionamiento de algunos de sus preceptos es una enmienda a la totalidad. El… Leer más...