«No Kings» (No reyes) es un grupo de organizaciones en contra de las «extralimitaciones” del presidente Trump. Hoy 250 aniversario de la fundación del Ejército de EE.UU, se organiza un desfile militar que no se organiza desde 1991, en la Guerra del Golfo, que coincide con el 79 cumpleaños de Trump. Se esperan más de dos mil protestas en los 50 estados del país, por el descontento de buena parte de la opinión pública por las redadas contra migrantes. Algunas de las consignas que lanzaron los protestantes fueron a favor de los migrantes, la comunidad LGBT+, los derechos reproductivos, Ucrania, Palestina y en contra del autoritarismo: “Sin justicia, no hay paz”, “no queremos reyes”, “nos gustan los inmigrantes”…
El lema ‘No Kings‘ (Sin reyes), es una referencia al principio estadounidense de que ningún ciudadano está por encima de la ley. Calificando las protestas “No Kings” de este sábado como “día de resistencia”. Una reacción a las políticas y decisiones de la administración Trump, contrarias a los principios democráticos. Intensificado estos días por las batidas y deportaciones masivas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), especialmente en ciudades como Los Ángeles y Miami, acompañadas de la movilización de la Guardia Nacional.
Las manifestaciones han contado con una amplia coalición de organizaciones progresistas, sindicatos, colectivos de defensa de derechos civiles y agrupaciones ciudadanas. Contra el uso intensivo de la fuerza militar para sofocar las protestas contra las deportaciones masivas, los intentos de restringir los derechos sociales como el acceso a la sanidad, contra la igualdad y la equidad a asistencia alimentaria y otros programas de apoyo a la población vulnerable.
En definitiva, rechazar el autoritarismo, un compromiso con la no-violencia, llevar la bandera como símbolo de la democracia y no como propiedad de Trump. Las manifestaciones «No Kings» no hacen olvidar el gran respaldo a Trump en las elecciones 2024, con más de 77 millones de votos a su favor (un 49,8%), frente a los 75 millones de la demócrata Kamala Harris, un 48,32%. Donde aún queda una larga legislatura, que tendrá muchos problemas para Trump, pero donde su poder se lo han dado las urnas.