«Señor Sánchez, deje de molestar a la gente de bien«. El presidente del PP ha dejado claro, hoy martes en el Senado, el verdadero problema de las derecha en España con los avances sociales, como pasó con la ley del divorcio, la del aborto o la del matrimonio igualitario. Por lo visto, la Ley Trans molesta a la gente de bien, lo cual establece la división entre buenos y malos españoles. Los tópicos y los estereotipos siguen presentes en el lenguaje, ideas implícitas, de forma aislada para un grupo de gente que quizás son utilizados de forma inconsciente por cierta parte de la derecha. En definitiva, es una forma sencilla de clasificar a la gente, basada en diversos factores y resultado de una selección de características que dependerán de los valores de unas determinadas personas o grupos. Los estereotipos sirven para ocultar los juicios de valor que se esconden detrás de cada uno.
Siempre renace la dialéctica de las dos Españas, de la izquierda y la derecha, de la gente de bien y del mal, de la luz y de la oscuridad, de Cristo y del Anticristo. Un dualismo maniqueo que les gusta a unos determinados políticos y que la gente lo entiende enseguida y que es muy peligroso. Si la Ley Trans molesta a la gente de bien, se deduce que son personas que tienen mucha transfobia interiorizada y que queda mucho por hacer, educar y visibilizar. Una persona trans son personas diversas, una mujer trans no es un hombre que se siente mujer, es una mujer y un hombre trans no es una mujer que se siente hombre, es un hombre. Rechazar a una persona por el hecho de ser trans, es transfóbico.
En España siempre ha existido esa parte liberal-conservadora con sus hondas raíces religiosas, que ha estado en contra del divorcio, del aborto o del matrimonio entre personas del mismo sexo, con ganas de huir y escapar de la verdad. Pero, que al final han acabado descendiendo por el tobogán, detrás de la izquierda. Hay temas que no tienen nada que ver con crisis intelectual y moral o modernidad. Como dijo el presidente Adolfo Suárez en 1976, en su primer discurso en televisión: «Elevar a la categoría política de normal, lo que a nivel de calle es plenamente normal«. Si hay personas cuya identidad de género, expresión de género o conducta no se ajusta a aquella generalmente asociada con el sexo que se les asignó al nacer, habrá que hacer una ley. La moral es subjetiva y relativa, no existen reglas de comportamiento en la vida privada. Moralmente, el bien y el mal son relativos, con diferencias de interpretación, pero eso no tiene nada que ver con ser persona de bien…