Testigos y víctimas de la ignominia.
Todos somos testigos y además culpables de las víctimas de la migración, de esas mujeres, hombres, niñas y niños que huyen de la pobreza, del hambre, de las guerras, de la persecución. Lo es la sociedad, lo son nuestros gobiernos, pero también somos nosotros los más culpables, por permitir que la sociedad sea como es y que nos gobiernen gente que no conoce la solidaridad, ni sabe lo que significa humanidad. Es una vergüenza en la que todos somos cómplices de los que quieren solucionar la inmigración sin hacer nada o mejor dicho dejando morir a seres humanos en el mar, porque tras la ignominia de las pateras hay víctimas que no interesan a casi nadie. Que significan escasamente un titular de prensa o unos segundos en la televisión, de la que casi todos estamos inmunizados. No importa el número de muertos, ni la procedencia, ni el sexo, ni la edad, ni su…