El orgullo crítico es disidencia, es anticapitalista, es colectivo y es político. Este 28 de junio tiene que ser algo más que recorrer las calles de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao… Con un ambiente festivo hipersexualizado, incluso alcoholizado, para promover la diversidad y lo inclusivo, que cada año acerca al colectivo cada vez a más personas, tras una pancarta que demanda derechos LGTBI, omitiendo conscientemente la «Q» y la «A», que representan respectivamente «Queer» y «Asexual».
Cada vez se está olvidando más el tema reivindicativo y se convierte en un espectáculo lúdico. Un orgullo comercial, que es un gran negocio para las grandes ciudades. Al igual que no imaginamos un 8 de marzo, Día de la Mujer o un Primero de Mayo, con carrozas patrocinadas. ¿ Por qué lo hemos aceptado con el día del orgullo ? Necesitamos un orgullo crítico anticapitalista, no mercantilizado. que reivindique la diversidad y la disidencia frente al capitalismo rosa. Detrás de estos carnavales hay transfobia, discriminación y violencia por parte de Gobiernos de PP y Vox, que prohíben libros y banderas en las instituciones.
Hay que salir a las calles para reivindicar, no para mercantilizar el Orgullo LGTBI. La dignidad es exigir nuestros derechos, luchar por la identidad de las personas lesbianas, gay, bisexuales, transgénero, intersexuales, no binarias y asexuales. Por las personas que viven invisibilizadas, precarizadas y expulsadas del sistema. Una lucha que no es puro marketing, es una lucha con reivindicaciones, en la cual cabe crítica contra el genocidio sobre el pueblo palestino, sobre la guerra de Ucrania, nuestro apoyo a los inmigrantes, por la igualdad…
El 28 de junio no se puede valorar por los millones que genera de beneficios, ni siquiera por las banderas arcoíris, ni por el patrocinio de empresas y el apoyo de instituciones. Se ha priorizado el beneficio a las reivindicaciones, durante estos años se han conseguido triunfos sociales como el matrimonio igualitario, leyes contra la LGTBfobia… Que han acercado al colectivo al resto de la sociedad, haciendo normal, lo que es normal. Pero, también denunciando que muchas personas no se creen identificadas con el Orgullo. Donde existe una hegemonía masculina, asociando a los homosexuales varones y olvidando el resto de siglas: LGTBIQA+
Tener orgullo crítico es fortalecer nuestra capacidad, fortalecer la capacidad de resolución de problemas, impulsar la creatividad, la innovación, el pensar de forma innovadora, considerando perspectivas alternativas y generando ideas originales. Estar mejor informados, hacernos preguntas reflexivas, participar en un diálogo constructivo. Mantener un activismo social y político, anticapitalista, disidente de género y resistente a una sexualidad obligatoria, pensando en las personas y en su igualdad.