Solo el voto salva al pueblo.
Nos equivoquemos, cuando se dice: "el pueblo salva al pueblo", el lema de rabia y resiliencia que se extiende en las zonas arrasadas de Valencia. No, el pueblo no salva al pueblo, solo el voto salva al pueblo: lo salva la democracia y sus instituciones. El pueblo puede salvar al pueblo, pero a través de la administraciones que pagamos todos con nuestros impuestos. No podemos confundir la solidaridad entre ciudadanos, con la responsabilidad del Estado de salvaguardar a sus ciudadanos. Decir que “solo el pueblo salva al pueblo”, es atacar al propio Estado, es crear desconfianza sobre las instituciones, es lo mismo que reconocer que estamos en un "Estado fallido", y España aunque le pese a la extrema derecha no lo es. Un Estado fallido es aquel que no puede garantizar su propio funcionamiento por su falta de autoridad, su incapacidad para controlar su territorio, su pérdida ante la comunidad internacional o…