La obligatoriedad de vacunarse y la libertad.
La obligatoriedad de vacunarse probablemente esté en contra de la libertad individual de las personas, ellas deben decidir si se vacunan o no. Se abre la típica contradicción histórica entre libertad individual y seguridad colectiva. La vacunación es verdad que no impide el contagio, que se supone hace más leves los efectos del COVID-19, pero es obvio que ha bajado los índices de contagio y de mortalidad. A lo mejor han habido personas que han muerto y estaban vacunados, pero no se puede cuestionar los resultados beneficiosos de las vacunas. La disyuntiva es la obligatoriedad o no de la vacunación. El problema es que el asunto es más complejo que obligar a la gente a vacunarse, no sé si las personas tienen motivos justificados para no querer la vacuna, pero la sanidad no se puede colapsar, ni crear un riesgo añadido por que unas personas se nieguen a vacunarse. ¿Que debe prevalecer la…