Los cerdos y los políticos aman el lodazal.

Los cerdos y los jabalís carecen de glándulas sudoríparas, por eso, el barro les ayuda a regular su temperatura corporal. El revolcarse en el lodazal es fundamental para su bienestar. Se revuelcan en él porque les gusta. Algunos políticos parece que están genéticamente relacionados con los cerdos, porque les encanta el barro e intentan que los demás se metan en el lodazal. La única diferencia, es que ciertos políticos no salen de la ciénaga y disfrutan de ella. El resto de políticos que aceptan la invitación de entrar en el lodazal, en ese coliseo de barro y agua para capturar su trofeo, salen de barro hasta las cejas. Para estos gladiadores del barro, unos disfrutan del revolcón, mientras los otros no gozan y además se manchan. La derecha, como gorrinos entre la piara, busca argumentos continuos para que el Gobierno se meta en el lodazal, es fundamental para su éxito. El Gobierno,…

Continuar leyendoLos cerdos y los políticos aman el lodazal.