En este momento estás viendo Cuba: cambiar para que nada cambie.

Cuba: cambiar para que nada cambie.

El general Raúl Castro, se retira del poder tras doce años al frente del país, el mandato recibido por el pueblo a Miguel Díaz-Canel, pero Raúl Castro se mantendrá en la dirección del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y «encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación”, dijo el nuevo presidente. Lo que está claro, se mire por donde se mire, es que Cuba no es una democracia o por lo menos, lo que todos entendemos en occidente por una democracia. Que no hay libertad de expresión, que no hay prosperidad, que hay un embargo comercial, económico y financiero de Estados Unidos hacia Cuba, que aunque Rusia ayuda a Cuba, su ayuda es menor que la ofrecía la antigua U.R.S.S… Pero, a pesar de todo, la isla sigue adelante, teniendo frijoles y arroz para todos y como bases de su Constitución socialista: la sanidad, la vivienda, la educación y la cultura,  faltando muchas cosas más, sobre todo la libertad.

Esperemos que el presidente Díaz-Canel sea capaz de dar nuevos aires y acabe Cuba siendo una democracia de derecho. Y, que los Estados Unidos acaben con el bloqueo, donde la Asamblea General de Naciones Unidas desde 1992, ha rechazado y exigido dicho bloqueo económico, comercial y financiero. Los bloqueos no sirven para ahogar a Cuba ni a los cubanos. La sociedad internacional debe presionar para acabar con el fracaso e inutilidad de la política estadounidense respecto a Cuba, mantenida por la administración Trump y asumir que esto ayudaría  a democratizar la sociedad cubana. De momento desde Cuba han decidido cambiar para que nada cambie…

Deja una respuesta