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¿ Tibio o caliente ?

Tibio es una temperatura intermedia entre frío y caliente, más cercana al frío. Sinonimo de templado, moderado o suave. Hasta en la Biblia se habla de tibieza en el libro Apocalipsis 3:15-16 donde lo asemeja a falta de compromiso y de apatía. Como sucede en cualquier familia, amistad o empresa en estas fechas, los partidos políticos convocan a sus afiliados en las tradicionales cenas de Navidad.

La del Partido Popular de Madrid tuvo lugar el lunes en Alcorcón, encabezada por Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. Donde la presidenta de la Comunidad de Madrid aprovechó para enviar un mensaje envenenado a Feijóo: «No puede ser que uno se ponga tibio en estos momentos. Es el momento de quemarse«. La tibieza no es un defecto que tenga Ayuso, ella siempre mantiene una actitud y decisión consciente de enfrentamiento y de crear polarización.

Que Feijóo pueda parecer, con su pereza consentida, que es tibio o moderado, que le pueda faltar pasión, convicción e incluso liderazgo parece bastante obvio. Que lo intenta suplir con una confrontación extrema contra Pedro Sánchez, pero que no es capaz de darle la intensidad de Ayuso. Por eso el consejo de: » Es el momento de quemarse».

Hay los que según sus propias conveniencias y aspiraciones de poder, apuestan por el extremismo, que se olvidan de la cordura y que solo buscan la polarización. Parecerse a la extrema derecha, hasta parecerse tanto, que son lo mismo. Este parece que es el camino, por el que ha optado la política de la derecha en nuestro país. Donde se rechaza la posibilidad de crear lazos de convivencia y de entendimiento entre diferentes ideologías.

La tibieza es más una virtud, que un defecto. La falta de moderación está creando un efecto de bola de nieve, en la que el «tú más» que el adversario, parece lo único que cuenta. Discursos que acaban calando en la ciudadanía y que dan como resultado la búsqueda de los extremos: las políticas calientes de la extrema derecha.

La izquierda se olvidó del activismo, de la lucha, de la revolución y ha perdido una parte de sus valores por un idealismo tibio, para intentar acomodarse a la sociedad neoliberal. Y, la extrema derecha ha recogido el testigo.

La moderación y el ser tibio en política, para la extrema derecha se confunde con temor, con debilidad, con vacilación frente a sus valores fundamentales. Se ataca la incoherencia de las fuerzas progresistas, su poder movilizador y transformador de la sociedad buscando valores de libertad, igualdad, justicia y progreso.

Mientras tanto el populismo de la extrema derecha sigue generando desconfianza y escepticismo en la democracia y en sus instituciones, criticando cualquier concesión en contra de sus ideas, como signo de debilidad. Ofreciendo su coherencia, firmeza y orden para evitar esta sociedad de tibios.

La derecha y la derecha extrema tienen la certeza que: «Es el momento de quemarse», donde corremos toda la sociedad el peligro de quemarnos. La solución es pararlos, con nuestra actitud, nuestra crítica y nuestro voto.

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