La derecha y la extrema derecha están vinculando el discurso del odio al Islam, en torno a la islamofobia. Un discurso de odio discriminatorio sobre la población musulmana o el islam, juzgándolo como incompatible con occidente, incitando a la intolerancia, a la discriminación e incluso a la violencia por motivos de odio racial. Discurso de odio entendido como:
«cualquier forma de comunicación de palabra, por escrito o a través del comportamiento que sea un ataque a una persona o un grupo en razón de su religión, origen étnico, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otro factor de identidad» (ONU, 2019: 3).
Hechos como el del Ayuntamiento de Jumilla (Región de Murcia), donde la alcaldesa de Jumilla, Seve González, del PP ha sacado adelante una enmienda a partir de una moción de Vox que restringe la celebración en espacios públicos deportivos de actos religiosos y culturales a la población musulmana. Es un ejemplo de discurso de odio hacia el mundo musulmán, que conduce a la provocación, la hostilidad y la intolerancia. Pero, siempre teñido de aporofobia, porque el foco es siempre hacia los musulmanes pobres.
Está derecha, tan defensora de la Constitución, para lo que le interesa, se olvida de que las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, están amparadas por el derecho a la libertad religiosa, un derecho humano fundamental protegido por la Constitución Española en su artículo 16.1. Hasta la Conferencia Episcopal ha criticado las restricciones del Ayuntamiento de Jumilla, porque «no afecta solo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes».
Criminalizar al musulmán, da votos, y por eso, los partidos de derecha y extrema derecha, entran en una carrera por ver quien de ellos es más radical. Para este discurso, cuentan con el anonimato de internet y las redes sociales. Para el partido VOX en Jumilla, es la «primera medida en España que impide celebrar fiestas islámicas en espacios públicos.» Pero, puede ser el comienzo de su discurso del odio del PP y Vox en la política nacional, si ganan las elecciones y logran gobernar.
A la derecha no les basta, con no acoger a los menores migrantes y querer deportar a los migrantes a sus países de procedencia. Ahora, la derecha pretende negarles la posibilidad de reunirse en espacios públicos deportivos para celebrar sus fiestas religiosas. El racismo y la xenofobia dan cada vez más votos, por desgracia. Enfrente una mayoría callada, que rechaza, cualquier forma de discurso de odio, pero que no hace nada. Incluso se olvida, hasta de votar
