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La tauromaquia: No es mi cultura

La tauromaquia: «No es mi cultura». Es una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que han firmado 664.777 personas, para derogar la ley que protege a la tauromaquia como parte del patrimonio cultural de España. El Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este martes tramitar la (ILP) «No Es Mi Cultura», con la abstención del PSOE y los votos en contra de PP, Vox y UPN. El objetivo era derogar la Ley 18/2013, que otorga protección legal a las corridas de toros en todo el territorio nacional. Declarando los toros como patrimonio cultural inmaterial y negando la regulación y prohibición que tenían las autonomías y los municipios. La Ley 18/2013 anuló, por ejemplo, la prohibición de Canarias en 1991, la catalana de 2010 o la normativa balear de 2018, que impedía la muerte del toro en la plaza.

Mientras los defensores de la ILP denuncian el sufrimiento animal y reclaman que las comunidades autónomas recuperen la competencia para decidir sobre la tauromaquia. En principio el PSOE estaba a favor de apoyar esta ILP y devolver competencias a las comunidades autónomas. Pero, el PSOE ha cambiado de opinión con el argumento de que “España no es homogénea” y que el papel del Estado “no es decidir qué es o no es cultura». Con el apoyo de PP, Vox y UPN.

En la tauromaquia los toros sufren y no es mi cultura ver un animal desangrándose en una plaza de toros, hasta la muerte. España tiene una tradición de corridas de toros que se remonta a la Edad Media y mucho antes a los sangrientos juegos romanos y las crueles venationes (cacerías de animales) en las que se mataban a los animales para divertir al público. Mantener la tauromaquia, sería como mantener los combates de gladiadores a muerte en el anfiteatro. La cultura no puede ser la tortura de un toro.

Efectivamente «España no es homogénea», hay a personas que les gustan los toros y además hay un negocio detrás: ganaderías, empresarios, toreros y otro personal auxiliar que tienen su puesto de trabajo gracias a la tauromaquia. El famoso “prohibido prohibir” de mayo del 68, ha sido siempre un lema de la izquierda. Nadie debería estar a favor de prohibir. Pero, hay normas que hemos aceptado como normales, aunque restringen la libertad del individuo: ponerse el cinturón de seguridad, no beber si tienes que conducir, respetar las normas sociales… En este mundo en que defendemos que no haya violencia animal, para nuestros animales de compañía. En que hasta los animales que nos comemos (pollos, vacas, corderos…) se centra su alimentación y crianza en la bioseguridad, el bienestar animal y la sanidad. Sin embargo, hay personas que están a favor de sacrificar un toro en una plaza de toros, con el pretexto de que es arte y cultura.

El toro de lidia está ligada su crianza de manera inexorable a la lidia y a otros espectáculos taurinos. Que podrían tener un fin exclusivamente alimenticio y no lúdico. Respetando, por supuesto a vegetarianos y veganos, que excluyen o restringen el consumo de carne. Los impulsores de la ILP no ocultan que les gustaría que la tauromaquia se aboliera en España, pero el objetivo de esta propuesta era que las Comunidades Autónomas pudieran regular o prohibir las corridas toros. Lo cual permitiría si una autonomía tiene la tauromaquia «dentro de su cultura» pueda realizar festejos taurinos. Y, las autonomías que consideren que la tauromaquia «no está dentro de su cultura», lo puedan regular o prohibir. De momento habrá que esperar a una nueva ILP o al proyecto de ley, por parte de un partido político. La sociedades evolucionan y la cultura cambia. La tauromaquia es contradictoria con los valores de respeto a los animales y no es mi cultura.

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