Ser inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Yo desconozco si ¿ Debe dimitir o no el fiscal general del Estado ? Lo que tengo claro, es algo que se olvida con frecuencia: uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Podemos jugar a ser jueces cada uno de nosotros, tener una opinión. Pero, hay un principio fundamental y es el principio de presunción de inocencia. La ley no obliga a cesar a García Ortiz y él es libre de seguir en su puesto y demostrar su inocencia o dimitir y esperar la sentencia. A la espera de que se abra el juicio oral por el Tribunal Supremo a García Ortiz, por la presunta revelación de secretos del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. La derecha está a favor de su dimisión por respeto a la institución y el bien de la democracia. El Gobierno defiende al fiscal general del Estado al tiempo que manifiestan su respeto a la justicia. Tanto ruido mediático y político, cuando es simple cuestión de confianza en la Justicia, en esperar su fallo y aplicación de la ley.

La causa se centra en la presunta filtración del correo del 2 de febrero de 2024 que la defensa del empresario Alberto González Amador había enviado a la Fiscalía y en el que se ofrecía a reconocer un presunto fraude a Hacienda, mediante un pacto de conformidad. Este correo fue remitido a su vez a García Ortiz por la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez Fernández. Pero, lo paradójico es que varios periodistas afirmaron que conocían el contenido de dicho correo sobre el novio de Ayuso antes de su difusión, pero sus testimonios no se han tenido en cuenta. Durante los ocho meses de instrucción, el juez Hurtado no ha conseguido recabar ninguna prueba que demuestre que García Ortiz fue el que hizo llegar el correo a los medios. Aparte, se cuestiona también, el borrado del teléfono del fiscal general, por razones de seguridad, lo que impide poder demostrar al juez el envío de correos.

Que en este país cuesta dimitir, es algo conocido. Que hay demasiados razonamientos ideológicos a favor de la dimisión y menos argumentos de derecho, que hay discrepancia entre asociaciones de fiscales y partidos políticos. Que ver al fiscal general del Estado en el banquillo puede dañar la imagen de la Fiscalía. Estamos en un contexto difícil, para que la justicia sea independiente, porque existe una presión política, social y mediática sobre los jueces. Pero, tenemos que confiar en la independencia judicial, en que los jueces tienen el compromiso en la protección de los derechos y las libertades de los ciudadanos. Y, en la supuesta inocencia o culpabilidad de García Ortiz.

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