No habrá Presupuestos Generales del Estado en 2024. Es la decisión que ha tomado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras conocerse el adelanto electoral en Catalunya para el 12 de mayo, tras no poder aprobar los presupuestos pactados con el PSC. El que criticaba en 2018 que Mariano Rajoy no presentara Presupuestos y aseguraba que un Gobierno sin presupuestos «es un Gobierno que no gobierna nada«. Ahora, pone la vista en las cuentas del 2025, ante una tramitación parlamentaria imposible. «Habrá amnistía y habrá presupuestos», es una frase repetida en multitud de ocasiones por los miembros del Gobierno. De momento solo hay amnistía, y las cuentas de 2023 se prorrogarán durante todo 2024. Tradicionalmente, la negociación de los Presupuestos Generales del Estado era la prueba de fuego de la mayoría parlamentaria que sustenta al Gobierno.
Han pasado exactamente tres años desde que Pedro Sánchez fuese investido como presidente del Gobierno en segunda votación. El 7 de enero de 2020 supuso, el primer Gobierno de coalición en más de 40 años de democracia española. Este Gobierno ha aprobado tres Presupuestos Generales del Estado en tres años, todos ellos en tiempo y forma y cada vez con mayor gasto social. Pero, este año no habrá. Un Gobierno tiene la obligación de presentar leyes y también los presupuestos. La continuidad del Gobierno no está en la aprobación o no de los presupuestos. La democracia necesita una exposición de intenciones y nada mejor que las cuentas del Estado. Porque esta es la ley más importante, y hay que intentarlo siempre, aunque sean tumbados en el Congreso.
La mayor derrota de un Gobierno es no intentarlo, se han aprobado leyes que parecían imposibles y se ha conseguido. Recordemos, el error del diputado popular por Cáceres Alberto Casero que emitió un voto telemático que permitió al Gobierno salvar su proyecto de reforma laboral. Los socialistas han renunciado a aprobar unas cuentas para 2024, contra el criterio de sus socios de la coalición. Este Gobierno de coalición se ha caracterizado por querer gobernar supuestamente para la mayoría de este país, con la oposición sistemática del PP y de la extrema derecha, con la dificultad de pactar con muchos grupos diferentes. Solo defendiendo en el Congreso un proyecto de nuevas cuentas públicas para 2024, aunque se «pierdan», puede la ciudadanía visualizar las iniciativas por las que apuesta este Gobierno para mejorar las condiciones de vida de la mayoría. Los Presupuestos son para presentarlos, siempre. La debilidad de un Gobierno no es no aprobarlos, es simplemente rendirse antes de intentarlo.