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La rendición de Hamás.

El presidente estadounidense Donald Trump, ha presentado un plan de veinte puntos, que cuenta con el sí del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Una iniciativa de paz, para poner fin a la guerra en Gaza, que implica la rendición del grupo islamista Hamás. Supone la desmilitarización de Gaza, es decir, que Hamás entregue las armas y sin la posibilidad de negociar en el futuro un Estado palestino. Con un Gobierno de transición presidido por Donald Trump, con la asesoría del ex primer ministro británico Tony Blair. Un plan de paz que prioriza los intereses de Israel, olvidándose de los palestinos.

Según la RAE rendición es el acto de rendirse o entregarse. El acto de aceptar una derrota, el sometimiento al dominio o a la voluntad de alguien: en este caso la rendición de Hamás en manos del ejército israelí. El plan de Trump, es pedir la rendición de Hamás sin que ellos participen en el plan. Pero, tampoco hay participación de la Autoridad Nacional Palestina, ni de la ONU, ni de la UE, es una imposición de Estados Unidos, con el apoyo de Israel.

Quizás la rendición más famosa fue la de Japón, que se rindió incondicionalmente a los Aliados el 2 de septiembre de 1945, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial. Y, supuso que Japón fuera ocupado por EE.UU. con el objetivo de establecer un sistema democrático y antimilitarista, hasta el 28 de abril de 1952. A Japón les doblegó las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Pero, fue el emperador Hiroito el que asumió la rendición de Japón.

En la Franja de Gaza, Trump espera la rendición de Hamás, para hacer lo mismo que se hizo en Japón. Si Hamás no accede, Israel seguirá asesinando y destruyendo Gaza. Japón después de la ocupación de los norteamericanos en Japón, se convirtió en un país moderno y en una potencia tecnológica. La duda con Gaza, es si Trump y Netanyahu, permitirán el establecimiento de los dos Estados. Que parece improbable.

La decisión la tiene Hamás: seguir permitiendo que Israel, destruya más aún Gaza y aniquile el pueblo palestino o la extinción de Hamás. Una decisión que a lo mejor, no soluciona el problema. Porque un Gobierno de transición presidido por Donald Trump no es ninguna garantía para el pueblo palestino. Hace falta la intervención de la ONU, para asegurar la equidad y justicia de este plan.

Que Trump sea el presidente de este Gobierno de transición, como máximo colaborador de Israel. No puede ser nunca la solución de este conflicto y mucho menos, sin contar con la participación de los palestinos. No es un plan de paz, es simplemente, buscar la rendición de Hamás.

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