Todos somos diferentes a los demás, todos somos originales, únicos, lo que pasa que unos escogen serlo y demostrarlo y otros optan por la opción de copiar de los demás. Una cosa es original cuando se ha creado algo que no existía previamente. La copia siempre será una copia y casi siempre peor que el original. El PP y su presidente Alberto Núñez Feijóo, están intentando copiar ciertas cuestiones del discurso de Vox y de su lider Abascal, buscando arrebatar el papel de original, para conseguir votos.
La dictadura franquista oficializó un discurso ultraderechista durante casi 40 años. Con la muerte del dictador en 1975, la extrema derecha halló una sociedad escasamente receptiva a esos mensajes. Sin embargo, hasta las elecciones de 1982, Fuerza Nueva mantuvo su representación, con el diputado Blas Piñar, por Madrid. La ultraderecha encontró cobijo en Alianza Popular (AP), un partido con muchos integrantes fascistas y franquistas, que después se convirtió en el Partido Popular (PP). A partir de ahí, el PP tenía dentro de su partido diferentes ideologías conservadoras, entre ellas la extrema derecha. Hasta que en 2013, se abrió la ventana de oportunidad, para que la extrema derecha con Santiago Abascal, fundara Vox.
La extrema derecha de Vox, recuperó muchos mensajes de Fuerza Nueva, donde se presentó como el original, mientras que ahora, Alberto Núñez Feijóo busca ser la copia del original. Cuando se compra una imitación, copia o falsificación de un producto, se hace por engaño o por razones económicas. Pero, todo el mundo prefiere llevar o tener un original a una copia. Eso mismo, pasa en la política. ¿ Para qué votar a los que plagian ? Cuando hay un original. ¿ Por qué votar al PP ? Cuando el mensaje explicito de la ultraderecha es de Vox. Una copia puede ser una reproducción exacta, pero no es la original.
Algunos pueden pensar que una copia puede ser mejor que el original, que el PP pueda representar mejor las ideas de Vox. Pero, es bastante improbable, porque el PP, pretende presentarse como el original, mientras que pretenden ser una copia de Vox, aunque adapte o mejore lo copiado. El PP prefiere copiar a Vox, que pensar por si mismos. Prefiere adoptar una estrategia que le funciona a la extrema derecha, antes que hacer propuestas diferentes y abrir cauces de entendimiento con el resto de partidos. En una sociedad diferente y heterogénea, no funciona un camino único y radical para hacer las cosas, como pretende la extrema derecha y el PP.
La extrema derecha tiene una representación propia y abundante en el Parlamento y con la ayuda del PP, puede ser mayor en las próximas elecciones. Con sus mensajes neoliberales en economía; reaccionarios en lo moral; en temas de migración; la cuestión en Catalunya; la decisión de eliminar el Estado de las Autonomías. Sobre la memoria histórica, sobre el feminismo, sobre islamofobia, sobre los menores extranjeros no acompañados, sobre la deportación de los migrantes a sus países de origen…. Un partido que dice ser constitucionalista pero que la mayoría de sus propuestas son contra la Constitución. Un partido que busca el voto de cabreo, en contra del bipartidismo, de las instituciones y de la propia democracia. Un voto de ultraderecha que eclosiona en toda Europa y Estados Unidos, donde hay un voto inusitado que pone en peligro muchos de los logros conseguidos después de la Segunda Guerra Mundial.
El discurso y las formas del PP se parecen cada vez más a las de Vox. Al PP le cuesta encontrar su espacio de centro y prefiera copiar las políticas de extrema derecha. Hay muchos votantes del PP que no tienen problemas en votar a Vox y después unos votantes heterogéneos: votantes de izquierda, abstencionistas, fachas, decepcionados y cabreados con la política. Que muestran su descontento ante su particular crisis económica, sus problemas de vivienda, los recortes en las ayudas sociales y públicas… El PP parece que se conforma en ser una copia de Vox.