El bloque de investidura no es progresista.

Pedro Sánchez, ha sido investido presidente del Gobierno por mayoría absoluta gracias a los 179 votos de PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y CC, que configuran un bloque de investidura más heterogéneo que progresista. El bloque no podemos decir que es progresista con un partido como PNV que es nacionalista vasco, independentista y en muchas ocasiones pragmático y autonomista. A veces progresista y otras veces con posicionamientos más conservadores, un partido político capaz de pactar con el PSOE y que también ha pactado con el PP. Un partido confesional que podría estar cerca de los democristianos europeos. El PNV no es un partido de derechas al uso, pero tampoco progresista, lo que está claro es su objetivo prioritario es defender los intereses de Euskadi. El bloque de investidura no es progresista, con un partido como Junts, un partido independentista, reaccionario, supremacista, xenófobo, ultraliberal, que podemos definir como nacionalista de derechas y de ideología democristiana. Con Sumar, una unión forzada de partidos de izquierda, sin unidad. Un bloque heterogéneo, con partidos de izquierda nacionalistas como ERC y BNG. Y, Coalición Canaria, un partido nacionalista canario, que no es independentista, en la que coexisten varias sensibilidades.

Como dice el refrán español: «Con estos mimbres no se puede hacer más que este cesto», lo que significa que algo no da más de sí. El PSOE podrá gobernar y legislar, con una constante negociación, que es una forma de entender la política. Donde una negociación no será fructífera si no existe un interés por ambas partes en llegar a un acuerdo, es decir, si ambas partes no están dispuestas a llegar a un acuerdo. Si en Junts prevalecen los intereses de Catalunya por encima de otros, el Gobierno de España podrá hacer concesiones, pero con límite a lo que Junts quiera, porque al final en la mayoría parlamentaria ese voto es vital para la aprobación de las leyes.

La izquierda está cada vez está más lejos de la unidad en Sumar. Los caminos de ERC y Junts, eran iguales en sus fines independentistas pero con una ideología contraria. La correlación de debilidades en la izquierda PSOE y Sumar es lo que marca la nueva realidad emanada de las urnas, un bloque de investidura heterogéneo, es decir, «compuesto de partes de diversa naturaleza» . Si el Congreso bloquea la acción del Gobierno, su estabilidad dependerá de una mayoría demasiado ajustada como heterogénea. No se puede gobernar con reales decretos, con dificultad de consenso para pactar cualquier ley. Algunos pensarán que hubiera tenido que gobernar, el ganador de las elecciones: el PP. Pero, es una oportunidad para comprobar que la política, es el arte de alcanzar acuerdos. Pero, vivimos en un momento donde «puedes tener razón, pero yo no quiero estar de acuerdo», me da igual el defender el interés general, porque primero es atacar al adversario y después defender lo tuyo.

El bloque de investidura que ha permitido la investidura de Pedro Sánchez, no es progresista, ni es de fiar. Ni tiene claro que lo más importante en la sociedad, es perseguir el interés general frente al individual, ni los intereses de España a los intereses concretos de Catalunya o Euskadi. Ni tampoco tienen claro los problemas a combatir. Pedro Sánchez es presidente, para defender un proyecto progresista, sin contar con una mayoría progresista. Así, es muy difícil gobernar y creer que la democracia es la mejor forma de gobernar. Lo tiene realmente, muy complicado Pedro Sánchez. El resultado, en poco tiempo: la heterogeneidad, entendida como incompatibilidad y la imposibilidad de llegar a acuerdos o simplemente la necesidad de ponerse de acuerdo por el bien general.

Deja una respuesta